Meditar no sólo nos hace sentir mejor desde el plano espiritual, sino también desde el físico. Científicos aseguran que la meditación podría evitar algunas enfermedades mortales.
Mientras que un grupo de investigadores de la Universidad de Melbourne, en Australia, descubrió que las hormonas del estrés incrementan la propagación del cáncer al afectar al sistema linfático (una red de vasos sanguíneos que transporta un líquido llamado linfa a través del cuerpo), en la Universidad de Carnegie Mellon demostraron cómo los adultos que practican la meditación consciente mostraban su conectividad cerebral alterada y veían reducido los niveles de un biomarcador inflamación clave (conocida como interleucina-6).
En altas dosis, la interleucina-6 se ha relacionado con enfermedades relacionadas con la inflamación, tales como el cáncer, la enfermedad de Alzheimer, y algunas enfermedades autoinmunes. Así, la meditación consciente puede realmente cambiar la forma, el volumen y la conectividad de nuestro cerebro y mejorar nuestra salud.
"Ahora hemos visto que el entrenamiento de la meditación consciente puede reducir los biomarcadores inflamatorios en varios estudios iniciales, destacando como el entrenamiento de la mente al cerebro produce beneficios para la salud ", aseguró David Creswell, el investigador principal del estudio.
¿En qué consistió el estudio?
El estudio reunió a 35 hombres y mujeres desempleados que buscaban trabajo y padecían de un estrés considerable. Les tomaron muestras de sangre y tomografías del cerebro. A la mitad de los sujetos les enseñaron meditación consciente formal en un centro de retiro. El resto realizó una especie de falsa meditación consciente, enfocada en la relajación y en distraerse de las preocupaciones y el estrés.
El seguimiento a través de tomografías mostró una mayor capacidad de soportar el estrés del desempleo únicamente en aquellos que habían practicado la meditación consciente. Había más actividad entre las partes de su cerebro que procesan las reacciones relacionadas al estrés, así como en otras áreas asociadas con la concentración y la tranquilidad.
Cuatro meses después, quienes habían puesto en práctica la meditación consciente tenían en la sangre menores niveles de un indicador de inflamación nociva comparados con los del grupo de relajación; aunque pocos integrantes del primer grupo seguían con la meditación.
Via puntobiz.com.ar
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