Un placer muy sano


La sauna es un medio de relax fantástico pero también nos ofrece otras ventajas para cuidar nuestro organismo.

¿Se te había ocurrido que una sesión nos ayuda a desintoxicar la piel, dilatar los bronquios y a regular la presión sanguínea, por poner solo unos ejemplos?

Evidentemente que para conseguir todos estos beneficios debemos saber usar la sauna perfectamente y, además, contar con consejo médico según que problemas de salud tengamos. Por ejemplo, si padecemos de hipertensión o cardiopatías.

Desde que entramos en una sauna nuestro cuerpo nota una serie de reacciones, como la transpiración y la apertura de los poros de la piel. También se consigue una eliminación de toxinas de la piel, y una estimulación del riego sanguíneo, entre otras cosas.

Y es que la lista de beneficios terapéuticos de la sauna es muy larga e incluye también el alivio del dolor, dado que la combinación de calor corporal, de la mejora de la circulación y las emisiones de endorfinas generadas por la relajación provoca un alivio de este tipo de molestias.

Especialmente interesante es su acción de alivio para los casos de artritis reumatoide.

Igualmente es de destacar que las sesiones de sauna ayudan a las personas que tienen problemas de sueño, ya que relajan el cuerpo y eliminan los dolores que nos puedan impedir conciliarlo.

También tiene un gran efecto positivo en las personas con enfermedades pulmonares obstructivas.

Vía: detusalud.com

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