Ejercicios de relajación mental

La relajación mental es una herramienta muy efectiva para combatir el estrés, el insomnio y otros problemas emocionales. Además puede ser un camino para lograr la paz interior, la felicidad, y disfrutar de la vida sin trabas emocionales.

Pero como todas las disciplinas, los ejercicios de relajación mental se aprenden poco a poco, desarrollando el poder de concentración y la conciencia. Se debe practicar todos los días y buscar el momento ideal para ello. Generalmente cuando estamos mejor predispuestos es por las noches o bien temprano por las mañanas.

Para todos los ejercicios de relajación es imprescindible crear un clima de armonía y tranquilidad alrededor, y libre de interrupciones. También puede ponerse una música suave y melodiosa o usar algún elemento que desprenda fragancias relajantes como un hornillo, incienso o sahumerios.

Para lograr la relajación mental primeramente debemos trabajar la respiración y aprender a relajar todos los músculos del cuerpo, liberándolos de tensiones. Para esto concentramos todos nuestros pensamientos en un punto específico de nuestro cuerpo hasta sentir una leve vibración, después pasamos a otra parte y así hasta completar todos los músculos. Normalmente se comienza por los dedos de los pies para ir subiendo por todo el cuerpo hasta terminar con los ojos.

A continuación imaginamos una luz muy dorada y brillante que se va introduciendo de a poco en la mente, esta luz es revitalizante y se siente como despeja y calma la mente. Una vez que ya ha penetrado en la mente visualizamos como va bajando por todo el cuerpo inundando todas las partes del cuerpo.

Al terminar sentiremos toda nuestra humanidad brillante y llena de luz, visualizamos como la luz sale de nuestro cuerpo por los pies y empezamos a moverlos poco a poco hasta ir estirando todo el cuerpo.

Este ejercicio de relajación mental requiere mucha concentración, pero con práctica no es difícil lograrlo. Si repentinamente nos encontramos pensando en cualquier otra cosa, se debe comenzar todo otra vez.

Fuente: otramedicina.

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