El cansancio, el agotamiento y la angustia acechan a casi todo el mundo. Y cuando el cerebro no soporta más el régimen intensivo al que está sometido, para evitar problemas como el cansancio, la angustia, el insomnio o el exceso de emoción incontrolada, es urgente hacer una pausa. ¡La relajación puede ayudarte!

La relajación, que permite hacer un vacío mental, estado en el que ningún pensamiento parásito viene a enturbiar la psique, parece la solución ideal.
Principales objetivos

Utilizada como práctica individual o en grupo, la relajación es un medio terapéutico preventivo o curativo al alcance de todos. La persona decidida a utilizar esta práctica debe saber que pasará, en primer lugar, por una fase de desconcentración mental y muscular que obtendrá mediante ejercicios en los que aprenderá a tomar conciencia del cuerpo y de los pensamientos, lo cual servirá para la reestructuración de uno mismo.

Las diversas técnicas propuestas por especialistas obtienen un mismo resultado: reducción de tono (tensión de los músculos estriados) mediante una postura apropiada y reducción de los músculos involuntarios (músculos lisos), para disminuir rápidamente el estrés hasta hacerlo desaparecer. Todos los métodos tienen como punto de partida el entrenamiento autógeno creado por el profesor J. H. Shultz (inspirado en el yoga hatha y en la autohipnosis). Una sesión puede durar entre 10 minutos y una hora. El mejor momento es por la mañana o por la tarde, a partir de las 18 horas. Para los deportistas, se recomienda la relajación justo antes de realizar el ejercicio.

Contraindicaciones

-Persona reacia al relajamiento por una voluntad siempre tensa; -Persona muy inconsciente que jamás escucha sus sensaciones ni pensamientos; -Personas que sufren patologías severas (esquizofrenia, trastornos cardiacos graves, psicosis paranoica).

Condiciones previas

-Una sala tranquila, con luz tenue y temperatura agradable; -Ropa ancha, ni demasiado calurosa ni muy ligera;

-Posición sentada (silla cómoda con la nuca reposada y los brazos apoyados sobre los recodaderos) o en posición estirada, con la cabeza un tanto alzada y algo ligero que tape el cuerpo.

-El paciente tiene los párpados cerrados, permanece inmóvil y se concentra en sus sensaciones. La sesión puede comenzar.

Los profesionales

La relajación entra en el ámbito de los psicoterapeutas y cada corriente propone una técnica según sus características. Puedes recurrir a un asesor médico cuya función es mostrar las técnicas de relajación con la finalidad de prevenir una enfermedad o curarla.

Esta especialidad también pueden realizarla médicos, kinesiterapeutas o enfermeras siempre y cuando hayan recibido una formación adecuada.

Un profesional experto en estos métodos puede hacer que la enfermedad no siga avanzando de forma global y, de esta forma, pueda ejercer su capacidad de auto-cura, mecanismos que todos nosotros poseemos de forma natural.

La palabra

Sea cual sea la disciplina de relajación escogida, siempre hay antes un diálogo. Al principio, el profesional debe tomar conciencia de los agentes perturbadores a los que el paciente está sometido. Éstos se detectarán y clasificarán según su prioridad.
Enseguida se detectan los cambios que deben realizarse para así neutralizar los efectos nocivos. Tras este preámbulo, empezará verdaderamente la sesión de relajación.

Via bienestar.doctissimo.es

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