La meditación te produce un tipo de bienestar que no depende de los objetos exteriores, sino de la mente, y para ello debes cultivar un estado mental relativamente apacible, sereno y claro.
De acuerdo con Julián Véliz Perales, coordinador de Casa Tíbet en Querétaro, dedicar 30 minutos al día a cultivar la mente reduce los niveles de estrés, eleva las defensas del cuerpo, incrementa la capacidad de concentración y ayuda a prevenir el envejecimiento celular. Por ello, recomienda los siguientes pasos para lograr una meditación eficaz.
La recolección de la respiración
1. Busca un lugar limpio, ordenado y tranquilo donde puedas sentarte: un cojín o una silla. Mantén la espalda erguida, pero en una posición cómoda y relajada en la que puedas permanecer quieto por unos minutos.
2. Observa las sensaciones táctiles relacionadas con la respiración, ya sea en el área del abdomen o en la punta de la nariz. No intentes modificar tu respiración; permite que ésta fluya de manera natural y relajada, como si estuvieras profundamente dormido.
3. Si notas que tu mente se distrae o es arrastrada por pensamientos, ideas o memorias, no trates de evitarlas o removerlas, déjalas ser y regresa a las sensaciones de respiración. Repite esto una y otra vez, con paciencia y relajación.
4. Realiza esta meditación por periodos cortos de tiempo (de 5 a 10 minutos), varias veces al día. Así descubrirás cómo la mente poco a poco se calma y se aclara, de hecho, la calma y la claridad siempre están en nuestro interior, sólo es cuestión de reconocerlas y familiarizarse con ellas.
La meditación en la bondad amorosa y la compasión
1. Siéntate cómodamente y mantén la espalda erguida. Observa suavemente la respiración mientras permites que la agitación mental se asiente y la mente se relaje y se aclare.
2. Imagina qué tipo de felicidad, satisfacción y bienestar te gustaría alcanzar. Deja volar tu imaginación y visualiza tu propio florecimiento. No sólo lo imagines, sino deséalo de todo corazón.
3. Trae a tu mente el tipo de dificultades, dolor, ansiedad o insatisfacción del que desearías liberarte.
4. Imagina que alcanzas esa felicidad que tanto anhelas y descansa en esa sensación por un momento.
5. Dirige tu atención a aquellos que te rodean. Date cuenta de cómo, de la misma forma que tú, todos desean ser felices y anhelan dejar de sufrir.
6. Trae a tu mente a alguien en particular que esté sufriendo. Imagina que esa persona se libera de su pesar y alcanza la felicidad que anhela; que todas las personas, tanto cercanas como lejanas alcanzan ese nivel de bienestar y felicidad, que todos se liberan del sufrimiento y de sus causas.
7. Libérate por un momento de todas las aspiraciones, pensamientos y apariencias a la mente y permite que ésta descanse.
Véliz Perales afirma: "La meditación tiene como objetivo ulterior ayudar a incrementar la felicidad y el bienestar de uno mismo y de quienes nos rodean".
Via enforma.salud180.com
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