Hay muchas razones para acudir a un centro termal en busca de calma y relajación. En la mayoría de los casos, el estrés del trabajo y los dolores musculares son los principales motivos por los que se acude a un spa en busca de la ansiada tranquilidad.
Los hay para todos los gustos: en la ciudad, a las afueras, en hoteles, casa rurales... En casi todos los rincones de España podemos encontrar un espacio de aguas termales que nos aporte lo que estamos buscando: sentirnos bien y refugiarnos del mundo por unos momentos sin pensar en nada más que descansar y relajarnos.
Gracias a la fusión de las tradiciones milenarias con la ciencia más avanzada, la búsqueda del bienestar se ha convertido en un objetivo cada vez más deseado y al alcance de todos. Para descansar, los típicos circuitos termales suelen contar con una serie de elementos indispensables en sus instalaciones, como las piscinas de "chorros" que focalizan el agua sobre determinadas extremidades y producen una sensación de alivio y placer. Otros puntos comunes suelen ser el pediluvio, la sauna, el baño turco, la ducha de contrastes, cabinas de hidromasaje y el jacuzzi.
Además, algunos de los centros más modernos disponen de "camas calientes", tumbonas con calefacción que nos permiten descansar después de haber estado sumergidos en las aguas relajantes de un centro termal. Algo muy apreciado por quienes acuden regularmente a centros de este tipo.
Mucha variedad, multitud de ofertas
Según el tiempo del que disponga el usuario, las ofertas varían. Por ejemplo, si por diferentes motivos tan sólo se dispone de una jornada o incluso unas horas, estos centros especializados se amoldan a las necesidades de cada uno y ofrecen paquetes de un solo día en el que el circuito termal se puede complementar con un masaje local de aproximadamente unos 20 minutos.
Si por el contrario, el visitante tiene más tiempo y las instalaciones se encuentran ubicadas en un complejo hotelero, se ofertan circuitos con tratamientos, noche de hotel y desayuno buffet. Una completa oferta para recargar las pilas y regresar a la rutina con más fuerza.
Tratamientos para todos los gustos
Descontracturar los músculos con los chorros, relajarse en un jacuzzi o reflexionar en la sauna son actividades que permiten una gran relajación. Pero por si esto fuera poco, son muchos los complementos que se utilizan para disfrutar de una jornada redonda.
A los masajes a base de miel, frutas, aceites o chocolates se les suman tratamientos más profundos como la aromaterapia o la reflexología. Alcanzar una sensación de bienestar y paz espiritual no siempre es sencillo pero, gracias a estos tratamientos y a los estímulos relajantes que provocan las aguas termales, es fácil sentirse bien por fuera y por dentro.
Via blog.santalucia.es
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