Cualquiera no puede dar un buen masaje, pero como todo en la vida, se puede aprender. El automasaje es una vía muy interesante de estudiar para cada uno, ya que permite tener pequeñas sesiones de relajación, con todas las limitaciones que se pueden imaginar (algunas partes del cuerpo se pueden masajear y otras no).
Antes de empezar
Al contrario de lo que se podría pensar, un mal masaje puede empeorar significativamente la situación de una persona, por lo que es recomendable primero consultar con un profesional (médico de cabecera, o en este caso, mejor un fisioterapeuta titulado). De esta forma se pueden aprender técnicas básicas y evitar complicar algunas situaciones delicadas.
Es bastante lógico entender que si un buen masaje puede relajar un músculo y atenuar los efectos de una contractura, unos movimientos equivocados podrían provocar todo lo contrario.
Un momento de intimidad personal
El automasaje puede ser un momento muy agradable y relajante, que permite a una persona conectar con su cuerpo y el sentido del tacto. Lo lógico es preparar un poco el momento, buscando la soledad y la privacidad, y una postura cómoda, por ejemplo encima de una cama o en una posición semi-tumbada en un sofá. También es importante no llevar ropa muy apretada y quitarse los zapatos para poder experimentar completamente la sensación de relajación.
Posibilidades múltiples
A pesar de las limitaciones, el automasaje puede llegar a muchas partes del cuerpo, con o sin herramientas (como estos artilugios de cuerdas y de madera que puedes deslizar sobre tu espalda). Puedes masajearte los tobillos, las piernas, los pies, la barriga, el cuello, la cabeza, las manos, los brazos, e incluso como decía antes, la espalda (con algo de ayuda).
Una técnica de relajación
Incluso sin entrar en grandes técnicas de masaje que nos podría enseñar un profesional, el masaje básico visto como algo apenas más fuerte que una caricia tiene el poder de relajarnos. La tranquilidad y la comodidad del lugar, la suavidad del tacto y nuestra concentración en una tarea a la vez sencilla y placentera nos lleva a relajarnos significativamente. Es un ejercicio muy personal que produce endorfinas.
Un método terapéutico
Sin entrar en muchas de las pretensiones de los defensores de una seudo medicina New Age, conocer algunas técnicas de automasaje puede ayudar a solucionar algunos problemas médicos de tipo cotidiano. Por ejemplo, en este artículo de la Asociación Española de Fisioterapeutas nos explican como algunos movimientos y cierto tipo de automasaje ayudan a luchar contra el estreñimiento. Puede que no sea el tema más glamoroso del mundo pero es cierto. También pueden ser muy útiles técnicas de automasaje para luchar contra los efectos de un calambre en una pierna o leves contracturas en el cuello.
Fuente blogdebienestar.wordpress.com
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