Descubrimos los mejores ejercicios para la relajación con la ayuda de un entrenador personal: aquafit, bodybalance, pilates, chi kung, stretching, taichí y yoga
En la red hay infinidad de técnicas, trucos, consejos y demás brujería para combatir el estrés. Puede que los griegos lo inventaran todo (y que todo esté en la red), pero lo cierto es que expertos en psicología llevan unos cuantos años hablando del impacto positivo del deporte en el estado emocional. Para que la búsqueda no termine en naufragio, Iván Chulvi-Medrano, vicepresidente de la Federación Española de Entrenadores Personales y Fitness (FEEPYF) y experto en ciencias de la actividad física, nos ayuda a acotar la búsqueda y propone una selección de los deportes más recomendables para combatir estrés, preocupaciones y otros males del espíritu.
"Al hacer deporte, se liberan endorfinas, la hormona de la felicidad, y dopamina, el neurotransmisor tradicionalmente asociado al placer y la recompensa que, según recientes estudios, nos mueve a actuar; es decir, funciona previamente". En este sentido, cabe distinguir dos vías para relajarse a través del deporte: por un lado, está la basada en obtener una relajación mediante la actividad física excesiva, "la que te deja tan machacado que ya no tienes fuerzas ni para pensar en tus problemas". Y por otro, las disciplinas que unen cuerpo y mente, y las que se fundamentan en métodos hipopresivos.
Entre las actividades intensas, las más populares son correr, nadar, montar en bicicleta, "¡y hasta el boxeo!". Las hipopresivas, por su parte, "juegan con la respiración diafragmática, lo que permite que entre más oxígeno y, por tanto, se consiga una mayor relajación". Muchas de ellas, son "actividades que te hacen concentrarte en tu cuerpo, notas músculos que no conocías, se te olvidan las cosas, te llegan sensaciones... Son actividades autotélicas: actividades por ti y para ti".
Quiero algo movido: AQUAFIT. Agua y fitness. O lo que es lo mismo, coreografías, música dinámica y una piscina. Es una forma eficaz y segura de ejercitarse, ya que las actividades en el agua requieren un mayor esfuerzo físico pero también se reduce el impacto en músculos y articulaciones. La sensación de ligereza en el agua es perfecta para relajar la tensión acumulada y facilita la gestión del estrés.
Yoga, Tai-Chi o Pilates, ¿con cuál me quedo?: BODYBALANCE. Es una sesión basada en movimientos de Tai-Chi, Pilates y Yoga con la que se tonifican todos los grupos musculares, aunque centra el trabajo en espalda y zona abdominal. Por tanto, refuerza el equilibrio, mejora la flexibilidad y la postura corporal, además de la concentración y la consciencia sobre nuestro cuerpo. Perfecta para elongar y relajarse.
Quiero mejorar mi anatomía: PILATES. Plantea una forma diferente de pensar sobre el cuerpo. Previene problemas en la espalda, favorece un cuerpo firme y tonificado, mejora la postura y la flexibilidad, aumenta la fuerza en los muslos dorsales y abdominales y fomenta un mayor equilibrio y coordinación general. Se pone especial énfasis en los músculos del cuerpo para ejercitarlos correctamente (sí, las agujetas de las primeras clases están prácticamente aseguradas). Cabe la posibilidad de realizar los ejercicios en el suelo o con el apoyo de máquinas.
El deporte no es para mí: QIGONG (o CHI KUNG). Hoy marca tendencia, pero tiene algún que otro milenio a la espalda y ocupa una posición relevante dentro de la medicina de origen chino. Mejora la respiración y el equilibrio del cuerpo. Encontrarás mucha suavidad y lentitud en los movimientos, pero los beneficios a nivel corporal y mental son evidentes en un breve periodo de tiempo. Es una disciplina para TODOS los públicos, desde niños hasta personas mayores: el primero crece fuerte y aprende a no perder la concentración, mientras que los segundos vuelven a vivir de una manera relajada, flexible y se mantienen activos. Además, ayuda a empezar el día sin la molesta carga del estrés (especialmente, ante arduas jornadas laborales por delante).
Quiero ser más flexible: STRETCHING. Es una sesión destinada a estirar los principales músculos del cuerpo, con especial atención en la respiración y la postura. Es un magnífico complemento a otras actividades. Mejora la flexibilidad, la conciencia corporal y ayuda a prevenir y reducir el estrés.
Quiero conectar cuerpo y mente: TAICHÍ (o TAI CHI CHUAN). Este otro arte milenario de origen oriental propone una serie de prácticas que permiten equilibrar cuerpo y mente. Se compone de movimientos relajados, con los que estabilizar las fuerzas vitales del organismo (los famosos Yin y Yang). El conocimiento adquirido (cómo ejercitarse correctamente, determinación y disciplina) aportan la salud mental deseada. Además, aumentan flexibilidad, vitalidad, energía, disposición, atención y concentración y un fortalecimiento del sistema nervioso. Sin olvidar una reducción del estrés y la sobrecarga mental, gracias a la conquista de la serenidad y el equilibrio de las emociones.
Quiero sentirme en armonía: YOGA. Yoga significa unión; unión individual con tu yo absoluto. Sus beneficios se notan en cuerpo y mente: mejora la flexibilidad, pero también el autoconocimiento de las capacidades, aumenta la concentración y ayuda a controlar el estrés. Tiene sus propias variantes: stretch (requiere un esfuerzo medio; se centra especialmente en la flexibilidad y la postura), power (requiere mayor esfuerzo físico y las clases son más dinámicas) y mind (es el más relajado; se compone de mantras y técnicas de respiración).
Así que ya no hay excusa para elegir, asesorarse y comenzar: hay actividades muy económicas (incluso gratuitas) y, en 168 horas que tiene la semana, no será tan difícil quitarse (o mejor dicho, darse) un par para uno mismo. Ya lo dijeron los griegos (bueno, en realidad fueron los romanos, pero ellos sabían latín): mens sana in corpore sano.
Via metropoli.com
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