Un buen estado de salud física durante el embarazo supone un buen estado de salud mental. Son muchas las preocupaciones del día a día, y con la cercanía del momento del parto, con las molestias del embarazo, es posible que tu mente necesite un descanso, un respiro, una pausa.
El cuerpo también, por eso vamos a poponer una sencilla relajación en casa durante el embarazo. Mediante estos ejercicios lograremos mitigar la tensión, prevenir el estrés, descansar mejor y en definitiva llevar un embarazo más saludable.
El estrés puede afectarnos durante el embarazo, puede provocar ansiedad, insomnio, depresión… y manifestarse en síntomas físicos como dolor de cabeza, tensión muscular, dolor de espalda… Un estrés continuado e intenso puede afectar al desarrollo del embarazo, provocando riesgo de parto prematuro o bebés de bajo peso al nacer.
Por ello es bueno aprender a manejar el estrés de manera constructiva, y aunque hay varias maneras de hacerlo (y también de prevenirlo), vamos a centrarnos en la relajación.
Recordamos además que uno de los ejercicios más recomendables durante el embarazo es el yoga, y este facilita la relajación. Pero es posible que no podamos asistir a clases o no tangamos nociones de cómo realizar los ejercicios. Así que vamos a proponer unas acciones sencillas para relajarnos en casa.
Cómo relajarse en casa durante el embarazo
Lo primero que has de hacer es buscar un lugar que te resulte agradable y cómodo. Puede ser la cama, el sofá, un sillón o sobre una alfombra o colchoneta. Al final del embarazo con el gran volumen de la tripa puede resultar más difícil encontrar una postura cómoda, pero podemos ayudarnos de cojines o almohadas.
La temperatura ha de ser agradable, y la ropa que lleves también ha de procurar que te sientas confortable, sin ataduras ni compresión, ligera.
Puedes escoger el silencio o una música suave, a bajo volumen, que te resulte relajante, que te guste. Mejor si es sin letra, una melodía, para “desconectar” mejor. Tu música clásica favorita es una buena opción.
Con los ojos cerrados, imaginaremos una escena bonita, un paisaje que produzca paz y sosiego. Puede ser un valle, una playa, el cielo… Intentaremos respirar por la nariz, lentamente, mediante inhalaciones y exhalaciones largas, manteniendo el ritmo.
Hay que relajar los músculos, empezando por los de los pies, siendo conscientes de los dedos, el empeine, talón… Vamos subiendo poco a poco centrando nuestra atención en relajar las piernas, los glúteos, el vientre, los brazos… Llegamos a la zona del cuello, los hombros y la cara. Podemos abrir y cerrar los ojos, moverlos, mover la mandíbula para desencajarla, de modo que toda la cara esté relajada.
En este estado puedes sobrevolar con la imaginación el paisaje que has escogido, dejarte llevar como si flotaras descubriendo nuevos paisajes.
Podemos realizar la relajación durante 20 minutos o media hora, el tiempo que te sientas cómoda (y te sea posible). No importa si te duermes, se ve que tu cuerpo lo necesitaba y la relajación ha funcionado de maravilla.
También hay otro tipo de relajación “de urgencia”, para un momento de tensión concreto, que consiste en manejar la respiración consciente. Inhalar profunda y lentamente por la nariz, siendo consciente del movimiento del diafragma al hacerlo. Contar hasta cuatro y exhalar igualmente de forma lenta, relajando los músculos del cuello y los hombros. Volvemos a contar y repetimos la operación durante cuatro veces.
Estos ejercicios de relajación en casa durante el embarazo puedes hacerlos una vez al día, en el momento que más te convenga. Suelen funcionar muy bien antes de irse a la cama, ya que ayudan a conciliar el sueño y a que descansemos mejor, sobre todo en la recta final de la gestación, cuando más incómodas nos sentimos.
Si ya tenemos familia, es probable que nos cueste encontrar este momento para llevar a cabo la relajación, pero conviene que lo busquemos y pidamos ayuda a la pareja o familiares para que podamos relajarnos. A veces, cuando los niños ya están en la cama es demasiado tarde.
Sea como sea, verás que esta relajación en casa durante el embarazo te hace sentir mejor por dentro y por fuera. ¡Y no dejes de practicarla una vez haya nacido el bebé!
Via bebesymas.com
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