Beneficios de un baño relajante semanal
Con las prisas estamos dejando de lado las bañeras para sustituirlas por las duchas, pero lo cierto es que las primeras nos ofrecen una gran diferencia, y es su función terapéutica. Un baño es mucho más que una cuestión de higiene. Se puede convertir en un ritual para relajar nuestro cuerpo después del estrés del día.
Explicamos los múltiples beneficios de un buen baño relajante, diferentes maneras de prepararlo para multiplicar sus efectos, algunas propuestas originales y algunos consejos generales.
El baño se realizará siempre con agua caliente pero no en exceso, para potenciar los aromas y beneficios de los ingredientes que usemos.
Beneficios para la salud
Relajar el sistema nervioso (ansiedad, estrés, depresión, etc.)
Tratar el insomnio
Aliviar dolores musculares y articulares
Mitigar inflamaciones
Tratar problemas e infecciones de la piel
Revitalizar el organismo
Eliminar toxinas
Mejorar problemas respiratorios
Regular el exceso de sudoración
Baño romántico de rosas
Este baño es muy fácil de preparar y sin embargo es una opción ideal para sorprender a la pareja o regalárnosla a nosotros mismos. Para prepararlo sólo necesitaremos pétalos de rosa frescos y aceite esencial de rosa.
Además de su delicioso aroma, este aceite tiene propiedades para combatir los estados depresivosy nerviosos, el insomnio y las infecciones.
Añadiremos al agua caliente unas 20 o 30 gotas de este aceite y cubriremos el agua con los pétalos. El resultado es espectacular, sobre todo si decoramos el baño con velas rosas.
Baño relajante de magnesio y lavanda
Este baño es altamente relajante pero sin embargo no por ello nos debilita, si no que a la vez nos aporta energía. Es ideal para personas que sufran estados de nerviosismo o ansiedad, problemas musculares, dolores, insomnio, etc.
Al agua del baño añadiremos 100 gramos de sulfato de magnesio en polvo, de venta en farmacias, y 20 o 30 gotas de aceite esencial de lavanda o, si no lo tenemos, un litro de infusión de flores de lavanda.
Baño antiinflamatorio de regaliz
El regaliz, gracias a sus propiedades anti-inflamatorias similares a las de la cortisona, nos ofrece otra alternativa para casos de dolores o problemas de piel (por ejemplo, psoriasis, eczemas, etc.). Pondremos a hervir un litro de agua con cuatro cucharadas pequeñas de polvo de raíz o bien 3 o 4 troncos de raíz. Si es en polvo bastará con que hierva 5 o 10 minutos, y en cambio si hemos utilizado los troncos, lo dejaremos de 15 a 20 minutos para extraer bien sus principios. Colaremos el líquido y lo añadiremos al agua de la bañera.
Baño purificante de bicarbonato y limón
Cuando sufrimos problemas de piel, picores, infecciones, hongos, sudoración excesiva o recientemente nos recuperamos de una enfermedad, recomendamos este baño purificante que nos ayuda a limpiar y alcalinizar nuestro organismo a través de los poros. En este caso pondremos 3 cucharadas soperas de bicarbonato sódico, 15 gotas de aceite esencial de limón y 10 gotas de aceite esencial de árbol de té. Si no tenemos aceite esencial de limón podemos batir dos limones troceados con su piel y añadirlos directamente a la bañera. Por otro lado, el aceite esencial de árbol de té es excelente para todo tipo de hongos y bacterias de la piel.
Baño expectorante
A menudo sufrimos problemas de bronquios y pulmones que podemos tratar gracias a los vapores que generará este baño de agua caliente. En una olla pondremos a hervir dos litros de agua con hojas de eucaliptus, pino, romero y/o tomillo. Una vez tengamos la decocción preparada la añadiremos al baño. Si lo deseamos, las plantas las podemos meter en una bolsa de algodón cerrada y añadir a la bañera. Mientras nos bañemos realizaremos respiraciones profundas.
Consejos generales
Podemos apagar la luz del baño y en su lugar sustituirla por velas. También podemos acompañar el baño de música relajante.
El baño no debería durar más de 30 o 40 minutos, ya que entonces podría debilitarnos demasiado.
Es más beneficioso todavía si después del baño nos damos una ducha de agua bien fría, para posteriormente secarnos bien con la toalla hasta que el cuerpo vuelva a entrar el calor.
Podemos completar el ritual aplicándonos un aceite o crema relajante, ya que los poros de la piel estarán bien abiertos y la hidratación será mayor.
Recomendamos realizarlo al terminar la jornada, y no por la mañana.
Via mejorconsalud.com
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