Hay personas que parece que siempre están tensas. Ya sea trabajando como haciendo otras actividades, se puede ver que acumulan la tensión físicamente, sobre todo en la zona del cuello y los hombros. Son personas a las que les cuesta relajarse, porque no son conscientes de que están acumulando tensión. Si eres de esos, una técnica sencilla para relajarse es soltar los hombros y descargar la tensión.
De esta manera es posible aprender a diferenciar los estados de tensión y relajación muscular, y será más sencillo corregir aquellos momentos en los que acumulamos excesiva tensión en la zona del cuello y los hombros.
El cuello y los hombros acumulan tensión física.
Las fibras medias del trapecio son las que forman “el triángulo” que va desde el cuello a los hombros. Si, es esa zona que te tocas cuando estás muy cansado, y es habitual que duelan. También hay otros músculos presentes en esa zona, como el angular, o elevador de la escápula.
Todos estos músculos acumulan tensión con actividades como uso continuado del ordenador, sostener con el cuello el auricular mientras hablamos por teléfono y queremos dejar las manos libres, realizamos actividades con los brazos como cargar peso, etc. Además, es una zona donde el estrés, las prisas y la tensión emocional se convierten en tensión física.
Por todo ello, aprender a relajar esta zona puede ser útil para disminuir la tensión física, y conseguir así mayor relajación, tanto física como mental. Lo interesante es que los ejercicio son sencillos de realizar, pero muchas personas no son conscientes de que acumulan tensión. Aprender a diferenciar entre los estados de tensión y relajación es vital. Para ello, proponemos unos ejercicios sencillos.
Ejercicios para relajar el cuello y los hombros.
Estos ejercicios se pueden hacer de pie, pero mejor sentados en una silla cómoda con respaldo, para favorecer la relajación física del cuerpo. Los pies deben estar apoyados en el suelo y no se debe cruzar las piernas. Los brazos descansan sobre los muslos. También se pueden hacer tumbados, aunque aprender a hacerlos sentado es más interesante, puesto que es positivo aprender a relajar los hombros en la posición en que habitualmente se acumula la tensión, que suele ser sentado o de pie.
Prueba a subir los hombros, como cuando decimos “no se”, elevando los hombros en todo su recorrido, como si quisieras acercarlos a las orejas, mientras mantienes. los brazos relajados. Una vez arriba del todo, mantén la zona en tensión un par de segundos, para luego bajar despacio ambos hombros, todo lo que puedas.
Repite varias veces (unas 7-10 repeticines). Luego puedes probar a hacer otros movimientos, como llevar los hombros adelante y atrás, o hacer círculos. En todos los casos, el movimiento es puramente en los hombros, los brazos deben permanecer relajados.
Se pueden complementar con otros ejercicios, como movilidad cervical: mirar a la izquierda, derecha, al techo y al suelo, unas 10 veces a cada lado, muy despacio, y descansando siempre en el centro, es decir, con la vista al frente.
Estos ejercicios son un comienzo, ideales para hacer en casa o en el trabajo, pero deben complementarse con ejercicios activos más intensos, e integrarse dentro de una vida activa y saludable para ayudar a eliminar esa tensión de la región del cuello y los hombros.
Via vitonica.com
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