La palabra “Amma” es un término tradicional que quiere decir masaje en japonés. Su origen viene del término chino “Anmo”, que es su equivalente y que se utiliza desde hace miles de años para describir a la técnica de hacer masajes practicada en China.
Es una de las más antiguas formas de masaje conocidas en la actualidad. No podemos determinar con exactitud cuánto tiempo hace que comenzó a practicarse, pero se calcula que fue hace 5000 años, cuando ya se utilizaba de manera habitual para aliviar los efectos de algunas patologías.
El masaje Amma combina diferentes técnicas corporales basadas en la reflexología, shiatsu, masaje sueco tradicional y quiropráctica. El objetivo que se persigue al realizar este tipo de masajes es eliminar los llamados bloqueos energéticos (enfermedades o dolencias), además de prevenir y mantener la salud ejerciendo una serie de maniobras sobre los 148 puntos específicos situados a lo largo de los meridianos, los músculos y las articulaciones.
La técnica no utiliza cremas ni aceites e incluye, entre sus maniobras, presiones, amasamientos, vibraciones, y estiramientos para estimular el cuerpo y conseguir mantener o recuperar la salud.
Además de ser estimulante, permite alcanzar un profundo estado de relajación y de bienestar interior que ayuda al organismo a mejorar la circulación sanguínea y energética, lo que mejora la eliminación de toxinas dentro de los músculos armonizando la dispersión de la energía vital en el cuerpo.
El masaje Amma completo se practica sobre todo el cuerpo en posición acostada, mientras que el masaje Amma sentado se practica sobre una silla (llamada silla ergonómica de bienestar) y excluye el tratamiento de las piernas y permite al paciente eliminar las tensiones que se encuentran al nivel de la espalda y de los hombros, sirve de antiestrés, ayudando al paciente a encontrar su tono.
En general, un masaje Amma nos puede ayudar a tratar una gran variedad de patologías y problemas relacionados con problemas respiratorios, circulatorios y es muy eficaz para problemas ginecológicos y de fertilidad, insomnio, dificultades emocionales y problemas musculares, óseos y nerviosos.
Como cualquier forma de masaje, el masaje Amma no presenta, generalmente, ningún riesgo sobre una persona sana. Sin embargo, está contraindicado en personas que sufren problemas circulatorios (trombosis, varices, etc.), problemas cardíacos o diabetes, por lo que es conveniente consultar a nuestro médico.
De modo que, si tienes estrés y necesitás relajarte, el masaje Amma es una opción muy recomendada.
Fuente relajacionsinestres.com
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