Tecnicas de relajación

¿Sabes cómo controlar tu ansiedad? Las técnicas de relajación pueden ser un gran aliado cuando los nervios no nos dejan disfrutar.

Nuestro ritmo de vida actual hace que cada vez sean más personas las que sufran las consecuencias de la ansiedad. Las preocupaciones, el estrés, las responsabilidades y la situación laboral pueden ser un cúmulo de cosas que te llevan al borde o ser un detonante.

Para afrontar la ansiedad tenemos diferentes maneras, desde infusiones de hierbas medicinales con las que puedes conseguir que tu cuerpo se relaje, a ansiolíticos recetados por el médico o el psiquiatra o técnicas de relajación con las que aprender a afrontar las situaciones. Aunque otro extra que siempre podemos añadir a nuestra receta contra la ansiedad es descubrir la raíz ansiógena que nos lleva a esa situación de nervios.

Podríamos dividir las técnicas de relajación en diferentes grupos: relajación física, respiración y visualización.

Relajación progresiva de Jacobson

Este tipo de técnica es una de las más estudiadas y más sencillas de realizar, se basa en tensar y relajar diferentes músculos del cuerpo, basándonos en un orden para conseguir que finalmente se alcance un estado de tranquilidad física y mental.

Con la práctica seremos capaces de identificar cuándo aumenta la ansiedad y qué músculos se están tensando, algo que no siempre notamos cuando tenemos ataques de ansiedad recurrentes.

Este ejercicio de tensión relajación se debe centrar en los grupos musculares:

    Mano derecha – izquierda
    Antebrazo y brazo derecho, deltoides – izquierdo
    Espalda dona dorsal y zona lumbar.
    Cuello (trabajando todos los lados)
    Rostro y ojos
    Zona anterior del tronco y abdomen
    Pie derecho – pie izquierdo
    Pantorrilla derecha – izquierda
    Muslo derecho -izquierdo

Respiración diafragmática

A través de la respiración también podemos controlar nuestra ansiedad ya que, en muchas ocasiones, cuando el nivel de ansiedad es alto o se sufre un ataque de ansiedad, se hiperventila en lugar de respirar aumentando las sensaciones negativas.

En este caso, la respiración diafragmática es respirar con la parte baja de los pulmones, el diafragma, que al trabajar o centrar la respiración en esa parte del cuerpo se mueve el abdomen, de ahí que en muchas ocasiones se haya hablado de la respiración abdominal.

Esta técnica a veces cuesta tiempo aprenderla porque no estamos acostumbrados a respirar de esta manera o a hacerlo de forma voluntaria por lo que es importante no forzar. Tienes que procurar llevar el aire a la zona baja de los pulmones, retener unos instantes el aire para soltarlo con calma y suavidad.

Si ves que te está produciendo más tensión de la que ya tenías no lo estás haciendo correctamente, la suavidad y el respeto hacia uno mismo es la clave para lograrlo, calma y entrenamiento. Esta respiración puede ser un gran aliado para aplacar la ansiedad y si la acompañas de pensamientos positivos mientras la realizas es maravillosa.

Visualización

A través del trabajo de la imaginación, uno mismo puede visualizar imágenes positivas que le dan calma y sosiego cuando se encuentra en una situación desagradable o estresante.

La visualización suele utilizarse en las meditaciones guiadas, momento en el que otra persona te va llevando hacia un lugar que él ha escogido como puede ser una playa paradisíaca o puede llevarte a algún tipo de recuerdo o una edad concreta de tu vida donde hayas sido feliz y así esas sensaciones agradables vuelvan a ti.

Lo importante es que esa imagen escogida sea algo agradable y relajante, cuánto más vívida más relajación.


VIA depsicologia.com

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