Una investigación de la Universidad de California-Los Ángeles (Estados Unidos) ha descubierto que el yoga y la meditación ayudan a minimizar los problemas cognitivos y emocionales que preceden a la enfermedad del Alzheimer.
Paz interior y un cuerpo flexible pueden no ser los beneficios más valiosos que ofrecen el yoga y la meditación. El yoga es una filosofía de vida y un conjunto de técnicas psicofísicas que ayudan a mantener el equilibrio de cuerpo (esqueleto, órganos, tejidos) y mente. Esta disciplina proporciona salud física y calma la mente, no se practican sólo posturas físicas sino también ejercicios de meditación y respiración.
Se ha demostrado que es incluso más eficaz que los ejercicios de mejora de la memoria que se han considerado la estándar de oro para la gestión del deterioro cognitivo leve.
Helen Lavretsky, autora principal del estudio y profesora en el Departamento de Psiquiatría de UCLA, destaca que "el entrenamiento de la memoria era comparable al yoga con meditación en términos de mejora de la memoria, pero el yoga proporcionó un beneficio más amplio que el entrenamiento de la memoria, ya que también ayudó con el estado de ánimo, la ansiedad y las habilidades de afrontamiento emocional".
Las personas con deterioro cognitivo leve tienen 2,5 veces más probabilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia.
El estudio se publicó el pasado 10 de mayo en "Journal of Alzheimer's Disease" y comparó los resultados del yoga y la meditación con los del entrenamiento de la memoria, que incorpora actividades que van desde programas informáticos hasta crucigramas. Se evaluó a 25 participantes, todos mayores de 55 años, midiendo sus cambios no sólo en el comportamiento sino también en la actividad cerebral.
Harris Eyve, candidato doctoral en la Universidad de Adelaide en Australia y ex becario Fulbright en el Instituto Semel para la Neurociencia y Comportamiento Humano de UCL, subraya que "histórica y anecdóticamente se ha pensado que el yoga es beneficioso para envejecer bien, pero ésta es la demostración científica de ese beneficio. Estamos convirtiendo la sabiduría histórica en evidencia de alto nivel necesaria para que los médicos recomienden la terapia a sus pacientes".
Lavretsky y Eyre estudiaron a participantes que habían informado de problemas con su memoria, como la tendencia a olvidar nombres, caras, citas o cosas. Los sujetos fueron sometidos a pruebas de memoria y escáneres cerebrales al inicio y al final del estudio. Un total de 11 participantes recibieron una hora a la semana de entrenamiento para mejorar la memoria y pasaron 20 minutos al día realizando ejercicios de memoria: Asociación visual y verbal y otras estrategias prácticas para mejorar la memoria, basadas en técnicas respaldadas con investigación.
Los otros 14 participantes tomaron una clase de una hora semanal en Kundalini yoga y practicaron meditación Kirtan Kriya en su casa durante 20 minutos cada día. Kirtan Kriya, que consiste en el canto, movimientos de la mano y la visualización de la luz, se ha practicado durante cientos de años en India como una manera de prevenir el deterioro cognitivo en adultos mayores.
Después de 12 semanas, los científicos observaron mejoras similares entre los participantes de ambos grupos en la memoria verbal, que entra en juego para recordar nombres y listas de palabras. Pero los que habían practicado yoga y la meditación tenían mayores mejorías que los otros sujetos en las habilidades de memoria visual-espacial, importante para recordar lugares y ubicarse al caminar o conducir.
El grupo de yoga-meditación también obtuvo mejores resultados en términos de reducción de la depresión y la ansiedad y mejorar las habilidades de afrontamiento a las emociones y resistencia al estrés. "Cuando se tiene pérdida de memoria, se puede llegar a estar muy preocupado por ello y puede llevar a la depresión", afirma Lavretsky.
Via marca.com
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