Aquietá tu mente con la meditación

Así como nuestro cuerpo sabe cómo cicatrizar una herida, meditando uno puede liberar los sufrimientos de la mente. En esta nota, Alberto Lóizaga nos ilumina sobre esta técnica que cada día gana más adeptos en el mundo.

Hijo y nieto de médicos, Alberto Lóizaga es clínico, psicoanalista e instructor de larga trayectoria en técnicas de meditación. Se graduó en el Concord College (Tumbridge Wells, Kent, Inglaterra), fue jefe de residentes del Hospital de Clínicas de Buenos Aires y docente en la Facultad de Medicina (UBA), donde obtuvo un Diploma de Honor. Desde joven tuvo la necesidad de buscar técnicas de autoayuda para sentir paz, ya que siempre postergaba este sentimiento a un supuesto futuro ilusorio.


Con ese afán viajó a Oriente, a la India y a Nepal, donde investigó distintas técnicas de meditación. Conoció a Sai Baba, a Shri Ravi Shankar, al Dalai Lama, a la Madre Teresa, a Juan Pablo II y al actual Papa Francisco y estudió con Maharishi Mahesh Yogi, el creador de la Meditación Trascendental. Como consecuencia, hace 30 años creó en Buenos Aires el Centro Actitudes que Sanan, una organización sin fines de lucro fundada en los Estados Unidos por Gerald Jampolsky. Además, es un reconocido conferencista a nivel nacional e internacional en temas vinculados con la salud y el desarrollo de los valores humanos. Acaba de presentar, junto a su hijo Ignacio (budista, músico y licenciado en Publicidad), su quinto libro: Meditar, aquietá tu mente en la cultura de la velocidad, una guía teórico-práctica con instrucciones precisas acerca de qué es, por qué y cómo ejercitar la meditación en cualquier momento. Un hábito necesario, fácil y accesible para todos.

- ¿Qué es meditar?

- Básicamente es dejar de pensar y de estar distraído. Es un estado de conciencia que consiste en distinguir la capacidad humana de vivir un sentimiento de calma, paz y claridad interior continua. Se acompaña de una vivencia de gozo de nuestra presencia.

- ¿Cuáles son sus beneficios? ¿Qué ayuda a curar?

- Con la meditación reconocemos que la vida no es una lucha, sino puro gozo. Se pierden los miedos, se libera el sufrimiento y se sanan los vínculos. Mejora nuestra calidad de vida creando sentimientos de benevolencia, compasión, paciencia, tolerancia y perdón, descartando los juicios, generando bienestar sin necesidad de hacer o tener algo en particular y reconociendo que la salud depende de nuestro estado mental. Por ejemplo, si hay estrés, habrá depresión, y si nuestra mente está pensando en el futuro, habrá ansiedad. Como médico no hay dudas del efecto sanador de la meditación para estas patologías como de todas las enfermedades psicosomáticas. En los hipertensos baja la presión arterial o en las personas que tienen acidez gástrica crea más alcalinidad, por citar algunos casos.

- ¿De qué se trata el mind-fulness?

- Es una técnica budista-tibetana que equivale al concepto de meditar. Significa tener una atención plena en cada cosa que hacemos.

- ¿Por qué cree que cada vez más gente medita?

Porque las personas están día a día más dementes. Viven distraídas de sí mismas y como ausentes, en un circuito donde el tiempo lo afecta todo, generando ansiedad, angustia y ataques de pánico. La gente que elige meditar buscar trascender los pensamientos y darle un sentido a su vida.

- ¿Qué se necesita para iniciarse en la meditación?

- La meditación es una experiencia interna, por lo tanto, quien se inicia en la práctica debe estar alerta y tener conciencia de la práctica para poder transitarla.

- Enséñenos a meditar.

- Leyendo no se puede aprender a meditar, pero sí escuchando. Por eso invito al lector a oír el audio de alguna de las 5 meditaciones guiadas que se encuentran en nuestro sitio serunomismo.org. Para cualquiera de las opciones el requisito es estar quieto, atento y sin reacción. La idea es sentir y percibir nuestro estado interior. Si surgen pensamientos hay que soltarlos. Simplemente hay que fluir, dejar ir. No juzgar y conectarse con la vida.

- ¿Qué momentos del día son ideales para meditar?

- Por la mañana, antes de desayunar, y a la tardecita, antes de cenar. Con 15 minutos de quietud mental uno ya puede recuperar muchas horas de descanso y sentirse “limpio”, similar a cuando uno se baña o cepilla sus dientes.

Si una persona quiere iniciarse en la práctica, ¿qué cualidades debe tener un buen instructor de meditación?

Un buen profesor es aquel que se muestra tranquilo, contento y satisfecho en la vida, justamente porque lo que produce la meditación es un cambio notable en la calidad de vida. Debe ser una persona con virtudes, paciente, tolerante y con la sabiduría de haber atravesado él mismo los sufrimientos, dolores y circunstancias que lo llevaron a buscar una respuesta más profunda para dar un nuevo sentido a su vida.

- ¿Puedo ser un buen meditador sin ser vegetariano, hinduista, budista...?

- Por supuesto. La meditación no está ligada a la alimentación ni a la religión que se practique. Se trata de una técnica simple pero sutil, que requiere de un aprendizaje impartido por alguien que ya logró la conexión consigo mismo, con la luz y con la paz.

- ¿Por qué es tan importante el aquí y ahora?

- Básicamente porque el ahora es el espacio que sostiene la vida divina permanentemente.

- Muchas personas abandonan la meditación tras realizar el curso por falta de tiempo o porque no tienen a un guía o un grupo. ¿Qué se puede hacer para perseverar?

- Uno debe insistir en la rutina, hacerla un hábito para crear ese sentimiento que nos invita a evitar las resistencias y a rendirse a este acto de humildad. Si uno nota los beneficios y es inteligente, va a seguir meditando. Para mí, es el mejor programa del día, donde siento gozo, éxtasis, el nirvana... todas palabras que hacen al camino de la iluminación.

- ¿Cómo se permanece en la tranquilidad cuando hay miedos, enfermedades, ansiedad...?

- Aceptándolos como parte de nuestro ser, por eso nos molestan. La naturaleza es sabia en este sentido, cuando uno se siente mal es una invitación a cambiar. Si uno está enfermo, la meditación nos sana creando esa inmunidad distinta que surge al recibir una energía nueva que es luz, el origen de la vida. Cuando uno tiene luz interior y la manda con visualización creativa a los órganos enfermos, hay un gran beneficio interno.

- ¿Es usted la persona más feliz del mundo?

- Estoy conforme y contento conmigo mismo. No busco ser más feliz que nadie, busco vivir con simpleza, tranquilidad y en la perseverancia y constancia de reconocerme parte de un misterio que me hace sentir contento porque sí. Me interesa tener paz, amarme y amar al otro. Creo que esto es suficiente para crear un cambio en el mundo, en el entorno y en nuestra familia.

- ¿Los colegios deberían enseñar a meditar a los niños?

El mindfulness es una técnica budista-tibetana que equivale al concepto de meditar. Significa tener una atención plena en cada cosa que hacemos.

- Sí, para enseñarles a cuidar sus emociones, a conocerse a sí mismos, a encontrarse, a decidir qué pensar y sentir o cambiar el estado de ánimo. La meditación te da las herramientas para transformar todo lo que es sufrimiento y dolor en virtudes. Te permite salir del círculo vicioso del miedo para entrar en el círculo virtuoso del amor, de la templanza, de la benevolencia, la paciencia y la compasión. Todo esto se puede cultivar. En lugar de crear un guerrero interno que esté preparado para cualquier lucha deberíamos crear uno espiritual, que busque la paz propia y ajena, el respeto y la confianza y fe en el prójimo.

- Aumentos, inflación, inseguridad. ¿Cree que los argentinos son felices?

- Creo que los argentinos tenemos carácteres profundos y que podemos desde este país trascender todas las etapas de superficialidad, corrupción y mentiras para encontrar la luz. Ojalá podamos en el futuro crear una nueva cultura del respeto y afianzar las virtudes generosas y humildes del gaucho.


Via ellitoral.com

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