Un estudio ha confirmado que reduce el sufrimiento y que no lo hace a través del mecanismo que produce los opiáceos del cuerpo humano
No solo los analgésicos alivian el dolor. Las actividades placenteras, como el deporte, el sexo y la risa, así como remedios tradicionales, como la acupuntura y la hipnosis, también reducen esa terrible sensación y la sustituyen por cierto bienestar. Y lo hacen a través del mecanismo de producción de opiáceos naturales, entre los que destacan las endorfinas.
En un estudio publicado este martes en la revista «Journal of Neuroscience» los investigadores han llegado a la conclusión de que la meditación alivia el dolor, pero que aún no sabemos por qué. El motivo es que no parece emplear el sistema de opioides del cuerpo humano.
«Nuestro descubrimiento fue sorprendente y podría ser importante para millones de personas que padecen dolor crónico, que buscan un método rápido y que no se base en opioides para aliviar su dolor», ha dicho Fadel Zeidan, primer autor del estudio y profesor de neurobiología y anatomía en el Wake Forest Baptist Medical Center, en Carolina del Norte, Estados Unidos.
Esto sería importante porque, ce acuerdo con los datos del Instituto de Medicina de EE.UU., solo en Estados Unidos 100 millones de personas sufren dolor crónico. Aparte del gasto que esto supone, se multiplican las adicciones de las personas a los opiáceos, lo que se ha convertido en toda una epidemia, según el CDC.
Para tratar de averiguar si la meditación recurre al sistema de opiáceos del cuerpo o no, los investigadores inyectaron en cada uno de los 78 voluntarios participantes del estudio un compuesto llamado naloxeno, que tiene la capacidad de bloquear este circuito. Luego analizaron el efecto de la meditación, tanto en personas que habían recibido dosis de naloxeno como en las que solo habían recibido un placebo.
Luego llegó el turno del dolor. Los investigadores tuvieron que usar una sonda calentada a 49 grados centígrados para producir dolor en las personas, a unos niveles qe en general son considerados como muy dolorosos. Luego se dio a los voluntarios la oportunidad de evaluar cuánto dolor habían sufrido en una escala.
De acuerdo con las conclusiones del estudio, las personas que meditaban y que recibieron dosis de naloxeno (que bloquea el circuito de opiáceos) dijeron que el dolor se había reducido en un 24 por ciento. Esto quiere decir que, aún sin este circuito natural, la meditación puede tener un efecto analgésico.
«Nuestro equipo ha demostrado que, tras un corto período de entrenamiento, la meditación puede reducir el dolor. Y además, que no funciona a través del sistema de opiáceos», ha añadido Zeidan.
Esto, no solo muestra que la meditación activa interesantes procesos en el cuerpo humano, sino que puede ayudar a las personas adictas y tolerantes a los opiáceos y que necesitan mayores dosis para aliviar su dolor.
Ahora, el equipo de Zeidan tratará de averiguar cómo afecta la meditación a varias condiciones de dolor crónico. «Creemos que la meditación podría ser usada, a veces junto a medicamentos tradicionales, para aliviar el dolor y evitar los efectos secundarios o la adición», ha concluido el investigador.
Fuente abc.es
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