El cáncer y la relajación


El cáncer y la relajación - Ejercicios de relajación para enfermos de cáncer.

Como queda el cuerpo después del tratamiento de un cáncer

Aunque el tratamiento haya terminado, usted todavía tiene que lidiar con la forma en que afecta su cuerpo.
Puede tomar tiempo superar los efectos del tratamiento del cáncer. El tiempo necesario para llegar a sentirse bien es diferente para cada persona. Usted puede preguntarse cómo debería sentirse durante este tiempo y cuál podría ser una señal de que el cáncer ha regresado.

Esta sección habla acerca de algunos de los problemas que se pueden presentar cuando el tratamiento termina. Algunos de los efectos más comunes que informan las personas son:

Fatiga, Dolor, Linfedema, o hinchazón, Problemas en la boca o los dientes, Problemas con el peso y la alimentación , Pérdida de control de la vejiga o el intestino, Síntomas de menopausia, Cambios en su vida sexual...

Muchas personas con cáncer han descubierto que el practicar la relajación profunda les ayuda a aliviar el dolor o a reducir el estrés. Los siguientes ejercicios tal vez no sean para todas las personas.
Pregúntele al médico o a la enfermera si estos ejercicios le pueden ayudar ...

Antes de tratar el ejercicio completo que aparece a continuación, primero practique los pasos 1 al 5, para que se acostumbre a respirar profundamente y a relajar los músculos.

Ejercicio 1

Busque un sitio tranquilo donde pueda descansar durante 20 minutos sin que lo molesten. Diga a los demás que necesita ese tiempo para usted.

Asegúrese de que el ambiente sea relajante. Por ejemplo, si lo desea, baje la intensidad de las luces y elija una silla o sofá cómodo.

Póngase en una posición cómoda en la que pueda relajar los músculos. Cierre los ojos y aleje de su mente las distracciones.

Respire profundo, con un ritmo lento y relajante. Las personas, por lo general, respiran en forma superficial, con la parte alta del tórax. Concéntrese en respirar profunda y lentamente, elevando el abdomen con cada respiración y no solamente el tórax.

Luego, pase por cada uno de los grupos principales de músculos, contrayéndolos (apretándolos) durante 10 segundos, relajándolos después.
Si le resulta doloroso contraer cualquier grupo de músculos en particular, salte el paso de la contracción y concéntrese sólo en la relajación. Concéntrese en relajar completamente los músculos y note la diferencia que se siente cuando están relajados.
Concéntrese en la agradable sensación que produce la relajación. Por turnos, contraiga, sostenga y relaje:

El brazo derecho y el izquierdo. Cierre el puño y llévelo hasta el hombro, apretando el brazo.

Los labios, los ojos y la frente. Arrugue el entrecejo y eleve las cejas, frunza los labios y luego haga muecas.

Mandíbula y cuello. Apriete los dientes y relaje, luego lleve la barbilla hasta el pecho.

Hombros. Encoja los hombros y súbalos hacia las orejas.

Tórax. Saque el pecho.

Estómago. Hunda el estómago.

Parte inferior de la espalda. Estire la parte baja de la espalda hasta que forme un arco suave, con el estómago hacia fuera. Asegúrese de hacerlo con suavidad, pues estos músculos a menudo están tensos.

Nalgas. Apriete las nalgas.

Muslos. Junte con presión los muslos.

Pantorrillas. Doble los dedos de los pies para arriba, hacia las rodillas.

Pies. Doble los dedos de los pies hacia abajo, como una bailarina de ballet.

Descubrirá que su mente divaga. Cuando note que está pensando en otra cosa, regrese lentamente su atención hacia la relajación. Asegúrese de mantener la respiración profunda.

Revise de nuevo esas partes de su cuerpo y libere cualquier tensión que quede. Asegúrese de mantener la respiración profunda.

Ahora que está relajado, imagine una escena tranquilizante. Escoja un escenario que sea especialmente placentero para usted. Puede ser su cuarto favorito, una playa arenosa, una silla frente a la chimenea, o cualquier otra escena relajante. Concéntrese en los detalles.

¿Qué puede ver a su alrededor?

¿A qué le huele?

¿Qué sonidos escucha? Por ejemplo, si está en la playa, ¿cómo se siente la arena bajo sus pies, cómo suenan las olas y cómo huele el aire?

¿Puede sentir el sabor de algo? Siga respirando profundamente mientras se imagina relajado en un lugar cómodo y seguro.

En este punto, a algunas personas les parece útil concentrarse en pensamientos que aumenten su relajación. Por ejemplo, "Mis brazos y piernas están muy cómodos. Puedo hundirme en esta silla y concentrarme sólo en la relajación".

Emplee unos minutos más para disfrutar de la sensación de comodidad y relajación.

Cuando esté listo, comience a mover suavemente las manos y los pies y a regresar lentamente a la realidad. Abra los ojos y espere unos minutos más hasta estar completamente alerta. Note cómo se siente ahora que ha completado el ejercicio de relajación y trate de mantener esta sensación por el resto del día.

Ejercicio 2

Siéntese cómodamente. Aflójese la ropa apretada. Cierre los ojos. Aclare la mente y relaje los músculos utilizando los pasos 4 y 5 del ejercicio anterior.

Enfoque su mente en el brazo derecho. Repítase "Mi brazo derecho se siente pesado y caliente". Siga pensando en eso hasta que sienta el brazo pesado y caliente.

Repita lo mismo con el resto de los músculos, hasta que esté completamente relajado.

Recuerde

Estos ejercicios no funcionan desde el primer momento para todo el mundo. Puede pasar un tiempo hasta que sienta que los ejercicios están funcionando, así que la práctica ayuda. Si alguno de estos pasos lo hace sentir incómodo, omítalo.

Página Nacional Cancer Institute.

Las citas que figuran en este documento provienen de sobrevivientes de cáncer en la vida real que han sido contactados por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI, por sus siglas en inglés).

Este documento fue escrito y publicado por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI), ubicado en 9000 Rockville Pike, Bethesda, Maryland, 20892. El NCI es el principal organismo gubernamental de los Estados Unidos dedicado a la investigación y divulgación sobre el cáncer.

Fuente akirelax.com

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