La respiración



La respiración, como afortunadamente se sabe cada vez más, es un acto fundamental de nuestra existencia.

Pero lo que quizá no sepamos es por qué es tan importante en el desarrollo de nuestras vidas. Vamos a echarle una ojeada al tema y quizá esto nos anime a trabajar nuestra respiración de forma activa y decidida del mismo modo que ya tenemos asumido lo importante que es trabajar los músculos y articulaciones de nuestro cuerpo o cuidar la alimentación.

Lo primero que debe entenderse es lo que diferencia el acto de respirar de, por ejemplo, el latido del corazón, el filtro de los riñones, la purificación del hígado…

Y la diferencia es que, aún cuando la mayor parte del tiempo es un proceso inconsciente, involuntario, instintivo, la respiración se puede controlar, es decir, puede pasar al plano consciente. Así pues, todos los sistemas del organismo son importantísimos, pero ninguno se presta tanto a ser trabajado como el sistema respiratorio. Para trabajar los otros sistemas habrá que confiar en comer bien, vivir tranquilo, hacer deporte o practicas estilo yoga, porque no podremos actuar sobre ellos directamente, mientras que sobre la respiración si.

Dicho esto, podemos empezar a hablar del acto de respiración en si mismo. ¿Qué es lo más significativo que nos aporta la respiración? Como bien sabréis, el oxígeno. Y, ¿por qué es tan importante el oxígeno? Pues porque es el encargado de activar y utilizar adecuadamente las reservas de energía del cuerpo. Sin oxígeno, las reservas de energía se utilizan muy ineficazmente y pronto aparece la muerte. La comida aporta la energía, la respiración su correcto uso.

Así, la respiración debe procurar un aporte regular y suficiente de oxígeno, y esto se consigue mediante una respiración amplia y larga, ya que da tiempo suficiente para que la sangre recoja el oxígeno del aire que entra en los pulmones. Aunque no es el objetivo de este artículo enseñaros a respirar, sino animaros a aprenderlo en centros, dejadme deciros que la respiración empieza a alargarse con la espiración, esto es, si queremos respirar amplio y largo debemos empezar vaciando bien los pulmones, puesto que luego ellos ya sabrán como llenarse, porque aún pudiendo trabajar directamente la respiración, hay que saber aprovechar las fuerzas instintivas del organismo, maximizar su eficacia. Muchas veces generamos estrés, nerviosismo, ansiedad al cuerpo porque pensamos que si queremos respirar mucho debemos coger mucho, pero ya os acabo de explicar como deberían ser las cosas en realidad.

Pero la respiración no sólo nos aporta cosas, oxigeno sobretodo, sino que también es esencial en la expulsión de los residuos y sustancias que el cuerpo ya no necesita. Hay que destacar el CO2, o dióxido de carbono, que proviene no sólo del metabolismo del oxígeno sino también de los alimentos. Si nuestra espiración no es lo bastante larga siempre quedará más dióxido de carbono en el cuerpo del que le gustaría pues la sangre no habrá tenido tiempo de verterlo en el aire que hay en los pulmones. Y así como el aporte de oxígeno debe ser regular y suficiente, la expulsión de dióxido de carbono, junto con los demás residuos, también debe ser regular y suficiente.

Resumiendo estas dos ideas: si aportamos suficiente oxígeno al cuerpo y eliminamos suficientes residuos no sólo estaremos labrando buena salud a largo plazo sino que además estaremos consiguiendo paz y tranquilidad en el presente. Y cuidado, porque como con la comida, podemos excedernos: demasiado oxígeno provoca la hiperventilación, mareos, nerviosismo, ansiedad… ¡respirar mal no sólo es respirar poco! Todas aquellas personas que, por desgracia, padezcáis ansiedad entenderéis mejor que nadie como se vive el hecho de sentir falta de aire y, al mismo tiempo, estar lleno de él. Pero hay buenas noticias: del mismo modo que se cura la ansiedad por la comida, se cura la ansiedad por el oxígeno.

Hay más motivos para respirar amplia y profundamente, al menos unas cuantas veces al día. Todas aquellas partes del cuerpo que no se utilizan se van atrofiando, envejeciendo, muriendo… Así, respirar a pulmón lleno da vitalidad a todos los rincones de los pulmones, manteniéndolos activos, capaces, vivos, sanos en definitiva. Este es uno de los motivos por los que es tan importante el ejercicio cardiovascular, puesto que estimula el uso de los pulmones en toda su capacidad, y lo hace sin que tengamos que preocuparnos de nada, pues el cuerpo coge lo que necesita.

Pero aún hay más cosas que convierten a la respiración en importantísima y su desarrollo específico en muy interesante. Los pulmones, por su ubicación en el cuerpo, hacen un permanente masaje a los órganos internos y a las arterias y venas importantes con el movimiento incesante de inspiración y espiración, esto es, llenado y vaciado. Si este masaje es tranquilo y profundo, todos los órganos son masajeados, y por lo tanto vitalizados, sin estresarse, mientras que si es muy rápido el cuerpo se estresa y si es muy pobre el efecto masaje no alcanza todo el interior del abdomen y tórax. Pero, aunque parezca contradictorio, también es importante a veces hacer un estímulo potente, pero corto, como el que proporciona el deporte.

La tranquilidad para la mayor parte del día, el vigor para los momentos de ejercicio físico. Este equilibrio nos mantiene sanos, activos, felices.

Por supuesto esto ha sido una brevísima explicación del funcionamiento e importancia de la respiración que pretende animaros a seguir aprendiendo, pero sobretodo a empezar a practicar, bien sea mediante el ejercicio físico bien mediante los talleres específicos de respiración que cada vez más ofrecen los centros de salud en nuestro país. Al menos, os animo a tener una primera experiencia y, a partir de ahí, que sea lo que tenga que ser.

Sebastià Llorach
Profesor de yoga y Máster en Nutrición
Colaborador Advance Medical

Fuente mapfre.com

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