Terapia Bioenergética


La bioenergética es una forma de entender la personalidad humana (psiquis) en términos del cuerpo y sus procesos energéticos. Estos procesos, a saber, la producción de energía a través de la respiración y el metabolismo y la descarga de energía en el movimiento, son las funciones básicas de la vida.

Orígenes de la bioenergética

La bioenergética es heredera de la vegetoterapia, esta terapia fue creada por Alexander Lowen y pone el acento en la estructura corporal y en la identificación de la mente y del cuerpo, lo que significa que el pensar y el sentir son equivalentes (relación entre cuerpo, mente y procesos energéticos).

La bioenergética como terapia

La terapia bioenergética combina el trabajo con el cuerpo y con la mente, para ayudar a la gente a resolver sus problemas emocionales, y a comprender mejor su potencial para el placer y el gozo de vivir. Una tesis fundamental de la bioenergética es que cuerpo y mente son funcionalmente idénticos: es decir, lo que sucede en la mente refleja lo que está sucediendo en el cuerpo, y viceversa.

Además de las intervenciones con las manos la bioenergética pone su acento en los ejercicios corporales y en la respiración. Está considerada una técnica menos teórica que su antecesora, pero con características especiales de funcionalidad.

Alexander Lowen creó el Análisis Bioenergético continuando el trabajo de Wilhem Reich (1897-1957, ) quien introdujo el trabajo con el cuerpo en el proceso terapéutico en 1930. En la actualidad la Bioenergética evoluciona gracias a los aportes de psicólogos, psiquiatras, biólogos y médicos, como Daniel Stern, John Bowlby, Stanley Keleman, Robert Lewis entre otros.

La bioenergía sugiere ejercicios que coinciden con el tai chi chuan y las posturas del yoga, asimismo, prácticas de desbloqueo y expansión muy parecidas a las meditaciones dinámicas y catárticas de oriente.

Para entender mejor las terapias bioenergéticas, la relación entre cuerpo, mente y procesos energéticos, es mejor expresarla en el siguiente ejemplo:

Como todos sabemos, mente y cuerpo pueden influenciarse uno al otro. El modo en que uno piensa puede afectar el modo en que uno siente. Lo contrario es igualmente cierto. Esta interacción, sin embargo, está limitada a los aspectos conscientes o superficiales de la personalidad. A un nivel más profundo, es decir, a nivel inconsciente, tanto pensamiento como sentimiento estan condicionados por factores energéticos.

Así, es casi imposible para una persona deprimida sobreponerse de su depresión a base de tener pensamientos positivos, esto se debe que su nivel de energía está deprimido (su respiración estaba deprimida junto con las restantes funciones vitales). Cuando su nivel de energía es elevado a través de una respiración profunda y la descarga de sentimientos, la persona sale del estado de depresión.

Fuente conciencia-animal.cl

0 comentarios:

Publicar un comentario