La relajación es un medio muy eficaz para reducir la ansiedad.
Descubrir el silencio en la rutina diaria es esencial para apostar por el bienestar físico y emocional que conducen a la alegría y a la plenitud vital. La relajación implica pararse a pensar, detenerse a sentir y olvidarse del tiempo y del reloj.
Existen disciplinas como el yoga o el taichí que favorecen la relajación. Pero además, la mejor forma de relajarse es adoptar una postura cómoda. Puede ser, por ejemplo, tumbada sobre la cama o también sobre una colchoneta en el suelo. Podemos tener música suave de fondo para acompañar durante unos minutos y favorecer el descanso. El ser humano no necesita ningún elemento externo para relajarse puesto que incluso haciendo uso solamente de su imaginación puede conseguir su objetivo. Pero además, también es fundamental aprender a respirar de forma correcta. Tomar aire por la nariz y expulsarlo por la boca de forma acompasada.
Para relajarte y evadirte de situaciones que te producen estrés y ansiedad puedes imaginar situaciones idílicas, recrearte en paisajes que te producen paz, pensar en aquello que siempre has deseado como si fuese real. En la actualidad, se ha producido un aumento importante en la demanda de medicamentos para reducir el nivel de ansiedad, sin embargo, es esencial descubrir que el verdadero poder estar dentro de ti misma que puedes aprender a vivir mejor si confías más en tus posibilidades y te cuidas y te quieres.
La relajación te permite cultivar tu intimidad y conocerte mejor a ti misma. Un paso previo y necesario para poder establecer una relación de amor o amistad con los demás.
Fuente mujer.name
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