Saberes antiguos
Muchas veces se ha dicho que el mundo actual está ávido de recuperar algunos saberes antiguos que le devuelvan la salud y la natural alegría de vivir sin la carga de stress y angustia que el ritmo de vida moderno imponen. Para lograrlo, muchas personas recurren a técnicas antiguas, en su mayoría de origen oriental (chino, japonés, hindú, etc.). Entre ellas, una de las más fáciles de practicar y de mejores resultados en la prevención de enfermedades y el logro de un pleno bienestar físico y mental es el Chi Kung.
También llamado Qi Gong o Chi Gung, el Chi Kung es una técnica milenaria de origen chino, que consiste en la práctica de suaves ejercicios físicos acompañados de una técnica de respiración. Al practicarlo, es muy importante prestar atención a la concentración de la mente, ya que ésta es parte activa en el desarrollo de la práctica.
Guardando una absoluta coherencia con otras técnicas de la medicina tradicional china, el Chi Kung se basa en la existencia de una fuerza o energía vital primordial: el Chi. Esta energía se encuentra en todos los seres, y está en constante movimiento para mantener el equilibrio entre los opuestos: frío y calor, masculino y femenino, etc. Al accionar sobre la actividad de esta fuerza, el Chi Kung ayuda a las personas a lograr y mantener este equilibrio, previniendo enfermedades y, en algunos casos, ayudando a la medicina a curar patologías.
El aliento vital
Chi significa "aliento" y Kung "trabajo", por lo cual podría decirse que el Chi Kung es el trabajo que se realiza sobre el aliento vital. Es el arte de hacer circular equilibradamente la fuerza que sostiene la vida y la salud.
No existe un solo sistema de Chi Kung, ya que en su larga historia (3000 años) ha sido usado con diversos fines: terapéuticos, espirituales, marciales, etc. En la actualidad existen varios métodos, también relacionados con esos fines. Por lo tanto, el primer paso para lograr el éxito en esta práctica es tener en claro qué es lo que se persigue: por ejemplo, mejorar el bienestar físico y mental. De allí en más, se deberá buscar un instructor o maestro capacitado, con sólidos conocimientos de las técnicas de la medicina tradicional china.
En efecto, la acción del Chi Kung sobre nuestro organismo se basa en los mismos principios que rigen la Acupuntura, es decir, la existencia de meridianos o canales por los que circula la energía en nosotros. Pero su ventaja es que, una vez aprendida la técnica, no se necesita más que de un lugar apropiado y un rato para dedicar una práctica apacible y placentera. No usa además elementos externos agresivos, como las agujas de la Acupuntura que pueden intimidar a muchas personas.
Poesía en movimiento
Al mejor estilo oriental, la enseñanza del Chi Kung se vale de imágenes bellas y frases poéticas, que le confieren un encanto adicional. Los maestros hablan de series de movimientos y respiraciones que buscan regular los "tres tesoros" de la persona:
• Jing, la esencia vital,
• Qi (o Chi), el aliento vital y
• Shen, el espíritu.
Esto se logra en un proceso de armonización mutua de tres elementos: el cuerpo, la mente y la respiración. Un ejemplo de esta triple regulación se muestra en un principio del Chi Kung, que reza: "Cuando la postura corporal no es correcta, el Chi no es constante. Si el Chi no es constante, la mente no tiene paz. Cuando la mente no tiene paz, entonces el Chi tiende a desequilibrarse."
Llevado a la práctica bajo la atenta guía de un instructor adecuado, el sistema es simple y muy agradable de practicar. Casi todas las personas pueden beneficiarse del Chi Kung, ya que la amable suavidad de sus movimientos no plantea grandes dificultades.
Tal vez el mayor esfuerzo se encuentre en poner control sobre los pensamientos, tarea bastante difícil sobre todo para la mente occidental, permanentemente urgida por las ideas de lo "práctico" y lo "productivo". Pero darse una tregua diaria para volver sobre uno mismo y "sus tesoros" siempre tiene beneficios que influyen aún en el aspecto profesional de nuestra vida.
Fundamental relajación
La relajación consciente y profunda es fundamental para el bienestar, y el Chi Kung toma esta verdad como otro de sus principios primordiales. Sólo cuando el ser humano está relajado estarán abiertos todos los canales de energía, y Chi circulará suave y libremente, devolviendo el bienestar corporal y la paz mental.
El Chi Kung plantea esta relajación como un proceso de tres etapas:
• Relajación de la mente
• Relajación de la respiración
• Relajación del cuerpo
Otro aspecto importante es un buen apoyo, el cual está dado por un firme contacto de los pies con el suelo. La imagen que se usa es la del árbol, firmemente enraizado en la tierra que lo nutre. A partir de él se puede trabajar sobre el equilibrio corporal, sobre le cual se asentarán los movimientos. Estos no pueden ser bruscos o titubeantes, sino suaves y constantes. Esta calidad de los movimientos será posible sólo a través de una gran concentración mental, la cual nunca debe estar reñida con la relajación. Respiración, control de la mente y el fluir de Chi, todo se hace uno en una práctica vivificante y traquilizadora.
Si ese es el estado que estás buscando, y necesitas un espacio personal en medio de las actividades mundanas estresantes, intenta acercarte al Chi Kung a través de un instructor experimentado.
Fuente latinsalud.com
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