Hay múltiples ejercicios de relajación enfocados a múltiples dolencias derivadas de la tensión, el estrés y la ansiedad.
Encontramos desde la digitopuntura para aliviar la fatiga ocular (consistente en aplicar presión en zonas puntuales alrededor de los ojos para aliviar esa fatiga) hasta métodos para aliviar las jaquecas que surgen como resultado de la rigidez de los músculos del rostro, cuello, y cuero cabelludo (consistentes, principalmente, en masajes faciales). Ya sean asistidos o por iniciativa propia, los ejercicios de relajación son casi una necesidad en la posición de intensísima presión laboral bajo la que nos encontramos en nuestro día a día. La gama de ejercicios es tan amplia y tan variada que podemos practicarlos tanto en casa como en la oficina. Uno de los más recurridos es el ejercicio destinado a aliviar la rigidez del cuello (rotaciones del cuello, hacia los lados y hacia arriba y abajo), muchas veces derivada de malas posturas, pero también podemos practicar ejercicios con los hombros o con los manos que nos ayudan a aliviar la tensión de la parte superior del cuerpo.
Determinados ejercicios requieren un espacio fuera del entorno laboral para poder ser practicados: algunos estiramientos corporales (por ejemplo estiramiento hacia delante, tratando de alcanzar con las manos la punta de nuestros pies), el ejercicio del leñador (un movimiento de inclinación con los brazos extendidos y juntos, hacia delante y hacia detrás), la mariposa (sentados y repetir movimiento de rodillas flexionadas hacia arriba y hacia abajo) o el “escarabajo encallado” (tumbados boca arriba, elevar las piernas y flexionar las rodillas para luego ejercer movimientos rotatorios con ambas piernas). Se trata de ejercicios destinados a hacer desaparecer la tensión en diferentes zonas corporales y que nos ayudan a canalizar y disminuir nuestro estrés y ansiedad.
Una de las mejores maneras de relajar el cuerpo, dejando de lado los mencionados estiramientos, son los masajes. Los masajes son un excelente método para aliviar el estrés, estimular la circulación sanguínea , relajar los músculos rígidos, estimular la relajación mental y el drenaje de la linfa, un líquido de aspecto lechoso que transporta las impurezas y el material de desecho de las células corporales. Ponernos en manos de profesionales es lo mejor en estos casos, pero incluso si no tenemos tiempo para ello, podemos aplicarnos distintos masajes, que van desde el masaje facial al automasaje de cuello, hombro y piernas. Además, hoy en día, han surgido numerosas variantes y técnicas de masaje que podemos obtener en numerosos balnearios o practicantes. Algunas de estas variantes se distinguen por su uso de aceites esenciales, es decir, el uso de la aromaterapia en el masaje. Estos aceites esenciales deben diluirse antes en un aceite de base, como por ejempllo de almendras dulces, semillas de uva, germen de trigo y semillas de albaricoque, siendo la proporción ideal de cinco gotas por cada 10 ml de aceite base. Los efectos de estos aceites pueden intensificarse a través del uso de distintas mezclas.
La disciplina y la filosofía propuestas por el Yoga permiten al individuo combinar algunos ejercicios de relajación y meditación, con lo cuál este puede resultar altamente beneficioso para el tratamiento de la ansiedad.
Fuente ansiedad.comocombatir.com
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario