Técnica de Relajación en Exámenes

* La Técnica de Relajación es el paso previo para enfrentar exitosamente cualquier situación que, de momento, nos puede parecer difícil ya que no evaluamos de la misma manera un escenario si estamos “nerviosos” o si estamos tranquilos. Con la relajación vamos a conseguir el grado de activación óptimo.

* Al igual que nos aprendemos la materia del examen, debemos aprender a relajarnos y practicarlo todos los días hasta que lo podamos realizar de forma automática.

* Pero empecemos… Lo primero, la postura: podemos realizar este ejercicio, bien sentados o bien tumbados.

* Lo segundo: cerramos los ojos y apretamos fuertemente las manos mientras doblamos los brazos y alzamos los hombros hacía arriba, y estaremos así diez segundos.


* Ahora relajamos voluntariamente los músculos y centramos nuestra atención a esa sensación. Posteriormente tensamos los músculos de la cabeza arrugando la frente y los relajamos; luego tensamos la mandíbula y relajamos; ¿notamos la placentera diferencia?.

* A continuación: dirigimos la atención hacia el pecho, estómago y la parte baja de la espalda. Para tensar, lo que hay que hacer es aspirar el máximo de aire posible, aguantar unos segundos y lentamente expirar después.

* Y finalmente: nos fijaremos en nuestros muslos, nalgas y piernas. Apretamos las nalgas y los muslos presionando los talones hacia dentro, estamos en esa posición diez segundos y vamos relajando lentamente.

* La finalidad de todos estos ejercicios es ser muy consciente de nuestro cuerpo y notar la diferencia entre la tensión y la relajación.

* Así, ante la mínima sensación de tensión al estudiar o estar en examen, podemos relajarnos antes de que la ansiedad se dispare.

* Para conseguir un óptimo aprendizaje debemos repetir estos ejercicios un mínimo de tres veces diarias durante un mes.


Fuente psicologia2000.com

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