Aprende a relajarte


¡El estrés es tu enemigo! No sólo no mejora tu productividad, sino que además amenaza tu salud. ¡Detente! Aprende a relajarte. El Dr. Charly Cungi, psiquiatra y autor del libro Cómo relajarse, junto a Serge Limousin, nos desvela los secretos para encontrar la calma y la serenidad.

Doctissimo: Se tiene la sensación de vivir rodeados de personas “estresadas”. ¿Cómo explicas esta situación?

Dr Cungi: El mundo ha cambiado considerablemente en los últimos años, así que el estrés al que nos hemos enfrentado también ha evolucionado. En el pasado, la “cantidad” de estrés, es decir el número de situaciones difíciles que hemos vivido, tanto a nivel laboral como familiar, era, probablemente, más importante incluso que ahora: en los años 30, un obrero trabajaba más de 70 horas a la semana a un ritmo infernal sin ninguna seguridad laboral. Además, la mortalidad infantil estaba a niveles altísimos y la vida en familia era complicada… En resumen, el estrés resultaba más notable y sucedía de forma más habitual que hoy en día. Imaginemos una intervención quirúrgica, a principios de siglo, con un poco, o incluso nada, de anestesia; eso no debía ser especialmente relajante, sino más bien traumático.

Actualmente nos enfrentamos al mismo tipo de problemas. En el plano profesional, los asalariados se quejan, sobre todo, de los cambios constantes y de la necesidad de adaptarse, de la cantidad de información y de decisiones a tomar, de las dificultades relacionales, además de los problemas de comunicación que pueden conducir incluso al acoso… En lo relativo a lo familiar, llegamos a más del 50% de divorcios en la región parisina y no podemos criar a nuestros hijos como hace 50 años, así que debemos adoptar una buena actitud para afrontar el cambio y tolerar la incertidumbre.
En resumen, si la cantidad de estrés fuera probablemente mayor que antes, la calidad de éste último no podría ser la misma. Deben utilizarse nuevas competencias para hacer frente a esto.

Doctissimo: A menudo, el estrés se tilda como necesario para rendir en el trabajo. ¿Qué piensas de esto?

Dr Cungi : ¡Es completamente falso! Al contrario, mejor con serenidad y teniendo en cuenta la eficacia. Con estrés, consumimos una gran cantidad de energía en emotividad, ansiedad o irritabilidad, las cuales no son útiles para el razonamiento y la eficacia. A pesar de las “impresiones” que podamos tener, el rendimiento en el trabajo está muy deteriorado. De hecho, cuanto más calmados estemos, más eficaces seremos: el nivel de alerta aumenta el control sobre el pensamiento y la acción. ¡La precipitación siempre es el enemigo de la urgencia!

A nivel general, varios estudios han demostrado que la productividad aumenta si hay serenidad. Según la Oficina Internacional del Trabajo, la inversión en un buen programa de gestión de estrés se recupera en uno cada seis casos. La eficacia inmediata aumenta y, del mismo modo, a medio y largo plazo, la productividad mejora y la tasa de paro disminuye. La relajación siempre depende de un buen programa de gestión del estrés. En resumen, no existe riesgo de “sobredosis” de calma: cuánto más calmado estoy, más alerta me siento y la eficacia mejora además de preservar mi estado de salud. Es bastante raro encontrar un método que te ofrezca tantas cosas positivas sin efectos segundarios.
Doctissimo : Para encontrar la calma, recomiendas la relajación.

¿Cómo funciona este método?

Dr Cungi : La relajación no es mágica. Se trata de un fenómeno totalmente natural.

Los animales saben perfectamente cómo relajarse, pues quieren consumir la mínima energía posible y favorecer la eficacia de su descanso. ¡Mira un gato, por ejemplo! La relajación corresponde a un estado asociado a una distensión muscular y, por lo tanto, adquieren un estado de calma a nivel psicológico y físico. Casi todos los métodos clásicos, consecuencia de la alternancia contracción-relajación de Jacobson, y las técnicas de sensaciones de peso y de calor, como el entrenamiento autógeno de Schultz, la meditación, la sofrología, el uso de la respiración, etc., son eficaces siempre y cuando se practiquen de forma correcta. En la práctica, la gente que necesita más relajarse son aquellos que nunca consiguen destensar los músculos. También es necesario utilizar métodos bien adaptados, llevados a la práctica por buenos profesionales. Mi libro, escrito junto a Serge Limousin, da algunas pautas de cómo escoger el programa más adecuado de relajación “a medida” de cada uno. Casi todo el mundo en estas condiciones puede conseguir un buen nivel de relajación.
Doctissimo: ¿A quién va dirigida la relajación?

Dr Cungi: Existen dos formas de contemplar la relajación.

En primer lugar, la habilidad de calmarse en una situación determinada. Se trata de provocar “crisis de serenidad” siempre que sea necesario. Por ejemplo, si alguien nos agrede verbalmente, podemos gestionar la situación con calma, para así evitar los enfados y defendernos mejor. En este caso hemos utilizado lo que se denomina un método de relajación rápida, para establecer un reflejo de relajación casi instantáneo.
En cambio, la segunda forma se centra en mejorar la calidad del descanso, es decir, del sueño, de la siesta o de los 5 minutos al día que nos tomamos para cargar pilas. Nos recuperamos más rápido y mejor porque estamos relajados.
La relajación puede estar integrada en un programa de gestión del estrés más complejo o también puede utilizarse de forma diferencial: destensar todos los músculos y funciones que no se utilizan para una acción determinada. Por ejemplo, una persona que escribe en el teclado del ordenador puede relajar todos los músculos que no entran en acción. Así, se mejora la eficacia, se disminuye el cansancio y se previenen dolores lumbares y tensiones.
Doctissimo: A menudo, los que más sufren de estrés creen que no necesitan la relajación. ¿Cómo convencerles de lo contrario?

Dr Cungi:

Es cierto, las personas más estresadas suelen negarse a practicar la relajación. Los puedes reconocer por su estado permanente de ansiedad, enfado o irritabilidad. Sin embargo, para expresar su estrés, sólo tienen dos emociones: angustia o cólera. En general, escogen la segunda. No obstante, la relajación es una tercera opción que les aportará una nueva alternativa: ¡la serenidad! Pero las personas estresadas tienen miedo a relajarse. Con este modo de actuar, se han acostumbrado a ser eficaces a corto plazo y tienen miedo de disminuir su rendimiento y les asusta perder parte de su personalidad. Pero en realidad sucedería todo lo contrario. La relajación es un método de control suplementario que les permitirá que los acontecimientos no les superen.
Doctissimo: En tu libro, hablas de situaciones concretas y de problemas de salud que pueden solucionarse mediante la relajación. ¿Podrías hablarnos más de esto?

Dr Cungi :

El estrés es un factor de riesgo importante para varias enfermedades, en particular las cardiovasculares, y suele agravar casi todas las patologías. Esto sucede de forma directa (por ejemplo, por desordenes hormonales o inmunitarios, por hipertensión arterial) o indirecta (picoteo, tabaco, forma de vida arriesgada).
Aparentemente, relajarse es un buen método de prevención primaria, secundaria y terciaria. En mi opinión, casi todos los programas de curas o cuidados son un poco (o bastante) estresantes.
La relajación ya ha demostrado su eficacia en diversas patologías, como en migrañas, dolores musculares, síndromes dolorosos crónicos, fibromialgia, insomnio, ansiedad, etc.
Doctissimo: ¿Qué resultados ofrece la relajación a largo plazo?

Dr Cungi:

Varios estudios han investigado el nivel de eficacia de la relajación. En general, seremos más eficaces, mejoraremos nuestro estado de salud y obtendremos una mejor calidad de vida.

Cabe destacar que, si se entrena de forma regular, la relajación se convierte en un procedimiento, es decir, en un aprendizaje que no se puede perder una vez inscrito en la memoria sumarial. Esto favorece, sin duda alguna, el mantenimiento de lo adquirido a largo plazo. La relajación se convierte así en un hábito que, tal y como ya adelantaba Aristóteles, “Los hábitos son una segunda naturaleza”.

Fuente bienestar.doctissimo.es

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