Cómo relajar la mente antes de ir a dormir


"Veremos una sencilla rutina para lograr una buena relajación antes de ir a dormir o meditar, para despejar la mente de las preocupaciones y experiencias estresantes."

Cuando terminamos el día y nos preparamos para ir a dormir, los malos pensamientos y las preocupaciones hacen su entrada para impedir un descanso reparador. Por ello, es buena idea aprender a relajar la mente con un simple ejercicio que nos permitirá dejarla libre de obstrucciones y lista para conciliar el sueño, o para comenzar una rutina de meditación o de relajación.

Como en cualquier ejercicio de relajación, debes alejarte del teléfono, del timbre y de los quehaceres, y recluirte en un espacio tranquilo y acogedor, sin interrupciones. Puedes encender una vela para crear una iluminación tenue, aunque no es imprescindible.
Ahora sí, para empezar esta rutina, debes tomar una posición relajada, cómoda y confortable. Puede ser acostarte en una cama, bien derecho y cómodo, con las manos a los costados del cuerpo y las palmas hacia abajo, o bien sentado. Si vas a estar sentado, hazlo con el cuerpo relajado aunque erguido, las manos sobre el regazo y los pies apoyados en el piso, no colgando, ya sea abiertos o cruzados, según te sea más cómodo.

Ahora, comienzas a relajar la mente mediante la respiración. Respira lenta y profundamente, de manera regular y plácida, para que el aire renueve tu cuerpo y lo ayude a relajarse. Ya estarás listo para dar paso a una rutina de imaginación.

A diferencia de otros ejercicios, ésta tiene designios recomendados. El más utilizado es imaginarte en una sala de cine, espaciosa y confortable, o bien en un cine al aire libre, ya sea sentado en el césped, en una silla o en un autocine. En este momento, debes especificar bien los detalles: de qué color y formato es la silla o la butaca, en qué coche estás, y todos los detalles que quieras para hacer vívida la imagen, mientras continuás con una respiración profunda y regular.

En este momento, un aire limpio y puro llega a ti. Mientras lo respiras, ve limpiando tu cuerpo y tu mente, relajándote y revitalizándote. Observa la gran pantalla, y verás cómo allí comienza a aparecer todo lo malo que te está sucediendo. Si haz tenido una discusión, verás ese momento como si fuese un filme. Si tienes un miedo, también se verá allí representado. Observa todo en esta pantalla de cine.

Lentamente, verás que se van apagando. Las imágenes comienzan a hacerse borrosas, fuera de foco, y van menguando hasta desaparecer, dejando la pantalla limpia y libre de imágenes. Eres un espectador en esta película que acaba de finalizar. Sólo fue una película, y observa cómo ya terminó, dejándote listo para la siguiente película que te ofrezca la vida.

Fuente: sociedad.comohacerpara.

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