Entérate de cómo hacer un masaje de espalda en casa. 100% casero, 100% beneficioso... ¡y sin gastarte un euro!
¿Has soñado alguna vez con recibir, de vez en cuando, un masaje relajante sin salir de casa y sin gastarte un duro? ¿sabes cómo convencer a alguien de que aprenda a darte un masaje?
Sin duda, la mejor solución es, como suele decirse coloquialmente, "practicar con el ejemplo". El masaje es, la mitad arte y la mitad ciencia pero, sobre todo, es ganas. Ganas de producir un bienestar general en la otra persona y conseguir el efecto deseado.
Los beneficios de los masajes
Los beneficios de los masajes han evolucionado desde tiempos remotos hasta nuestros días a través de técnicas muy sencillas para proporcionar relajación y favorecer el sueño, hasta el desarrollo específico de algunas más complejas y dirigidas a aliviar o eliminar dolencias concretas.
Entre los principales efectos que se consiguen a través de los masajes "caseros", al margen de los estrictamente profesionales, caben destacar los siguientes efectos:
Fisiológicos-higiénicos: proporcionan mayor vigor al organismo o aliviar el cansancio.
Terapéuticos: optimizan la conciencia sensorial proporcionando relajación y bienestar.
Estéticos-higiénicos: relajan el estrés y devuelven al músculo su tono.
Psicológicos-anímicos: regulan y alivian la tensión psico-física.
Sexuales: proporcionan mayor satisfacción sexual y estimulan el cuerpo para obtener mayor placer.
El masaje de espalda, ¡perfecto!
En la espalda se encuentran un gran número de terminaciones nerviosas. Además, es una zona del cuerpo que desarrolla un gran esfuerzo físico de mantener la postura propia del ser humano para caminar erguido. Por ello, suele ser un buen punto de partida para comenzar a iniciarte en la técnica de los masajes.
Via mujerdeelite.com
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