La melisa, una hierba relajante y antiviral


La Melisa es una de las tantas hierbas naturales que nos otorga la madre Tierra y que puede proporcionarnos sus beneficios: también conocida como toronjil o citronela, esta planta se caracteriza por sus excelentes cualidades antivirales, relajantes o incluso por ser de ayuda para calmar episodios migrañosos, entre otras propiedades.

Aunque originaria del sur de Europa, de algunas regiones de Asia central y del norte de África, la  melisa está disponible hoy en día en todo el mundo, de ahí la diversidad de nombres que recibe. Como sus flores, a veces blancas, a veces amarillas, emiten un agradable olor a limón, también se la conoce como hierba de limón.

Sus principales propiedades son: en principio, vale destacar que es relajante y actúa calmando los nervios, y de similar modo, es beneficiosa para reducir palpitaciones y posee una acción anti espasmódica, todo por lo cual también es indicada en situaciones de estrés. Destacan asimismo sus propiedades antivirales, y es ideal, por caso, para combatir el virus que causa el herpes labial, entre otros.

Así también, esta hierba ayuda al sistema digestivo, y suele utilizarse para mejorar la digestión, calmar náuseas y vómitos, o incluso para el bienestar del hígado y la besícula biliar.

Otros usos posibles incluyen: es útil para tratar el insomnio, la inapetencia, aliviar dolores menstruales, problemas urinarios, dolores de cabeza, dolores en general (incluido de muela y oídos), catarros, gripe y resfriados.

El principal uso de la melisa es a través de una  infusión que se prepara con una proporción de una cucharada por vaso de agua, con 15 minutos de reposo. Se pueden beber de dos a cuatro vasos por día.

Finalmente, compartamos otro uso posible para relajar los pies y piernas, o para hacerse masajes, en este caso deberás preparar un ungüento: hierve un puñado de hojas de melisa, deja reposar y mézclalo con aceite de girasol.

Fuente: vitadelia.com

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