Un método popular para combatir del dolor de espalda es el de practicar un masaje en la zona donde se padece dolor. Los masajes pueden actuar sobre una lesión muscular de cuello o de espalda. No son un método especialmente eficaz para tratar el dolor, pero sí que tienen algunas ventajas.
El masaje puede aliviar el dolorMediante un masaje de espalda o cuello se relaja la zona afectada. Puede ser beneficioso si el dolor proviene de una contractura. En cualquier caso, el masaje alivia la tensión muscular y reduce el riesgo de padecer una lesión. Además, aumenta el grado de bienestar mental, lo que incide en un alivio del dolor que siente el paciente. En cualquier caso, el alivio que un masaje puede proporcionar frente al dolor es ligero y probablemente no solucione la raíz del dolor.
Al realizar un masaje, éste resultará más eficaz si se ejerce mayor presión sobre la zona con dolor muscular. Evidentemente, necesitaremos de una tercera persona que nos aplique el masaje. Con estos consejos se puede practicar un buen masaje en la espalda. El dolor puede verse aliviado mejor con el uso de un calmante tópico. De cualquier modo, la eficacia del tratamiento se aumentará y se reducirán riesgos para tu espalda si acudes a un especialista.
Masaje de espalda:
La mejor manera es comenzar desde las cervicales e ir desplazándose hacia el hueso sacro. El masaje se debe practicar principalmente con los pulgares alrededor de la zona de la columna, con movimientos lentos y profundos. Es importante que los pulgares se situen en torno a la columna y no sobre ésta.
Desde este movimiento principal, nos podemos valernos del resto de dedos para ir aplicando un suave masaje al mover las manos desde la parte central hacia el exterior en la zona del omoplato, los riñones y los hombros.
El circuito puede repetirse diversas veces.
Una variante puede consistir en deslizar la palma de las manos por los costados.
Es importante prestar especial atención y tiempo a la zona raíz del dolor para aliviarlo.
Masaje de cuello:
La manera ideal es situar los pulgares en la zona cervical y, con el resto de dedos, ir realizado un suave movimiento de extensión muscular desde arriba hacia los hombros.
Otro movimiento consiste en movimientos circulares con la base de los dedos alrededor de los músculos laterales del cuello, tras los maxilares.
Se debe atender también la zona de los hombros aplicando un masaje similar al desarrollado en la espalda.
El masaje es mejor darlo con el resto de los dedos, en lugar del pulgar, con suaves movimientos.
Fuente: dolor.comocombatir.com
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