Ejercicios para relajar los nervios

Ante determinadas situaciones que nos puedan provocar cierta tensión, miedo, preocupación o incluso ansiedad, muchas son las personas que vienen a sentir nerviosismo.

Si bien es cierto que, en algunas ocasiones, este nerviosismo puede no ser evitado, ya que es una forma en la que nuestro organismo actúa y siente ante determinadas circunstancias, hay veces en las que éste sí puede ser controlado.

Al igual que existen ejercicios para la ansiedad, también podemos encontrarnos con una serie muy interesante de ejercicios para el nerviosismo que, precisamente, pueden ayudarte en momentos en que los nervios afloren.

Ejercicios para el nerviosismo

Uno de los primeros ejercicios que se pueden recomendar a la hora de contrarrestar los síntomas propios del nerviosismo, esa es la relajación. Como sabemos, se trata de una técnica natural que beneficia a la persona.

Aunque lo ideal es practicarla cada día durante al menos media hora, con sólo unos minutos ya podremos beneficiarnos de sus virtudes.

Para ello, en primer lugar debes tener en cuenta las siguientes pautas básicas:

Escoge siempre un lugar adecuado, en el que vayas a estar tranquilo/a. Incluso si lo necesitas, desconecta el teléfono y apaga el teléfono móvil.

En caso de que la relajación la vayas a realizar en tu casa y tengas a más familiares alrededor, diles que no quieres ser molestado/a durante un tiempo determinado.

Elige siempre ropa cómoda, evitando aquellas prendas que puedan incomodarte.
Nunca hagas relajación justo después de comer, sobretodo después de una comida copiosa. Puedes quedarte dormido/a.

Una vez sigas estos pasos, puedes practicar un interesante ejercicio para la los nervios. Te lo explicamos paso a paso a continuación:

1) Túmbate sobre una superficie rígida, pero en la que te sientas cómodo/a.

2) Coloca el cuerpo boca arriba. Lo ideal es que coloques las piernas ligeramente entreabiertas, extendiendo los brazos a lo largo del cuerpo.

3) Ahora cierra los ojos y no te muevas, quedándote totalmente inmóvil.

4) En este momento comienza plenamente la propia relajación en sí. Para ello, fíjate en cada uno de tus músculos, concentrando de forma sucesiva tu atención en cada uno de los músculos de tu cuerpo. Trata de relajarte todo cuanto puedas, alejándote de la tensión que hayas acumulado no sólo en los propios músculos, sino mentalmente. Haz lo mismo con tus brazos y piernas.

5) Una vez que los músculos estén en calma, trata de relajar la mente. Una buena técnica consiste en visualizar aquellas imágenes que te gusten y te produzcan placer.

Fuente: taringa.net

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