Los masajes son un elemento muy útil para aliviar el dolor de las contracturas y recuperar la movilidad de nuestros músculos.
La fricción que se nos proporciona mediante los mismos aumenta el flujo de sangre y esto es esencial para favorecer y acelerar la reparación de los tejidos.
Su aplicación debe realizarse de forma gradual y con suficiente intensidad en el caso que haya que friccionar los tejidos con la yema de los dedos pulgares.
Esto además de disminuir significativamente los malestares resulta para el paciente que los recibe una descarga completamente relajante.
Además para facilitar el desplazamiento de los dedos es muy recomendable la utilización de aceites o lubricantes y si cabe la posibilidad alguno que sea desinflamante y de aroma que relaje a la persona que esta recibiendo el masaje mucho mejor.
De todos modos los especialistas casi siempre recomiendan que se realice una previa consulta médica antes de comenzar con los masajes ya que de esta manera se podrá indicar el tratamiento correcto y adecuado según el grupo de músculos que este afectado en cada paciente y de esta forma prevenir que alguno de estos cuadros molestos de contracturas pueda agravarse.
Fuente: saluddiaria.com
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