Desde la perspectiva del tiempo es posible visualizar el pasado con la sensación de cansancio que produce el camino recorrido. De esta forma, en pleno mes de diciembre, podemos ver con perspectiva el trayecto trazado a lo largo de estos meses de esfuerzo. Cada persona tiene su historia y tú te conoces mejor que nadie. En diciembre, es positivo que actives tu descanso para recargar las pilas y empezar el mes de enero con fuerza.
Relaciones personales
Las relaciones personales que se activan en fin de año también te ayudan a renovarte por dentro porque es en contacto con los demás cuando puedes descubrir muchas cosas de ti mismo. Además, la Navidad también es idónea para cultivar mucho más que de costumbre tu faceta personal. En otras etapas del año sucede que las largas horas de trabajo te llevan a no dedicar el tiempo suficiente a tus amistades. Por tanto, la Navidad puede ayudarte a recuperar el equilibrio.
Dedica la Navidad a las personas con las que de verdad quieres estar y evita estar demasiado con esas relaciones que mantienes por puro compromiso. De hecho, puedes borrar algunos números de tu agenda.
Más tiempo en casa
La Navidad es una época en la que el hogar gana protagonismo como escenario de ocio y lo cierto es que en ningún sitio se descansa tanto como en casa, el lugar en el que puedes ser tú mismo al cien por cien al estar en tu zona de confort. Disfruta del simple hecho de estar en casa viendo la televisión, leyendo un libro, escuchando música, jugando, escribiendo cartas… Son planes sencillos que refuerzan tu descanso de verdad.
Romper la rutina
En Navidad es frecuente romper la rutina de horarios y de costumbres. Salir de la monotonía te ayuda a acabar con las costumbres rígidas del día a día y eso, refuerza tu descanso.
Via psicoblog.com
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