Relajación psicológica
Alto al pensamiento
En “Alto al pensamiento”, Tu forzarás voluntariamente a tu mente, al pensar en aquello que te mantiene despierto. Por ejemplo, puedes pensar en tu jefe haciéndote la vida imposible mañana. Repasa la idea, hasta el último detalle.
Ahora, de repente, intenta ordenarte a ti mismo: ¡Alto! Si el pensamiento se arrastra de regreso, grítate a ti mismo: ¡Alto! Continúa interrumpiendo el pensamiento displacentero con órdenes displacenteras para ti mismo.
Hay dos explicaciones de por qué la técnica de relajación “Alto al pensamiento” funciona:
La palabra: ¡Alto! Obliga a un cambio inmediato de nuestra atención, lo que nos alejará de los pensamientos preocupantes.
Alto al pensamiento lo dota de control. El darse cuenta de esto te llevará a pensamientos de autoaceptación y autoconfianza –pensamientos que facilitan el sueño.
Psicología inversa
Preocuparte porque debes dormir puede causar ansiedad de desempeño – y, de hecho, mantenerte despierto.
Invirtiendo el patrón de pensamiento, diciéndote a ti mismo que debes mantenerte despierto por tanto tiempo como sea posible, puede ayudarte a sentirte somnoliento naturalmente y sin ponerte bajo presión.
Respiración
Inhala profundamente por la nariz. Después, frunce los labios y exhala lentamente. Deja salir el aire por tanto tiempo como te sea posible. Imagina que el sonido de tu exhalación es tensión saliendo de tu cuerpo.
Contar
Contar es otra técnica de relajación popular. Cierra los ojos y relájate. Cuenta hacia atrás, lentamente, de 100 a cero. Visualiza los números, siendo lentamente escritos por un calígrafo o en una escalera, con los números descendiendo con los escalones. Utiliza tu imaginación para crear otros escenarios. Continúa hasta que el sueño se apodere de ti.
Crear imágenes
Piensa en un objeto que encuentres simple y placentero. Estudia cada detalle en tu mente. O imagina un color que cambia en bellos patrones y tonos, que se mezcla, que cambia. Imagina un escenario tranquilo – copos de nieve cayendo o un día de primavera en el campo, con vacas y caballos pastando en una pradera.
Siente la imagen, involucrando todos tus sentidos. Si estás en la playa, siente el sol en el rostro, tus pies sobre la arena, la brisa en tu piel, el aroma del océano.
Flotar
Flotar puede ser una técnica de relajación muy efectiva. Imagina que flotas en el aire.
Imagínate a ti mismo flotando como una hoja que cae, o yendo hacia abajo sobre una escalera eléctrica. Mientras más abajo flotes, más tranquilo te encuentras.
Practica cualquiera de estas técnicas de relajación tan a menudo como desees. Para más ayuda, lee sobre las técnicas de relajación muscular.
Via yaduermobien.com
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