Hace 40 años, Robert St. John desarrolló a partir de la reflexología podal esta terapia. Investigando sobre los mapas de los puntos reflejos de los pies, llegó a la conclusión que en algunas zonas, generalmente a lo largo de la cara interna del pie (lo que en reflexología corresponde a la columna vertebral) los efectos producidos por la terapia no sólo eran de carácter físico sino que también eran de tipo emocional o psicológico.
Esta técnica se refiere a transformación, es una especie de desencadenante que pone en movimiento nuestra fuerza vital o nuestra energía interna. La misión del especialista es despertar esa fuerza de modo que podamos hacer real nuestro pleno potencial.
La forma de manipulación es similar a la reflexología. Estimula nuestra energía interna para ponerla en movimiento y no tiene como objetivo curar nada; se presiona de forma suave y su meta es ayudar a enfrentarse a dolencias o incapacidades. Los especialistas afirman que la técnica metamórfica también es buena para los niños con dificultad en el aprendizaje, síndrome de Down y autismo.
Recibir sesiones de masaje metamórficos es beneficioso para:
- Enfermedades y dolencias físicas, emocionales y mentales.
- La pueden recibir personas de cualquier edad e interesadas en el crecimiento y evolución personal.
- Eficaz en niños con hiperactividad y falta de atención.
- En embarazadas, tanto en el preparto como en el postparto.
- Adicciones a sustancias.
- Fibromialgia.
- Personas en situación de estrés, depresión e insomnio.
Via relajacionsinestres.com
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