Una de las características más impactantes de la práctica del yoga es el “doble efecto temporal” de sus beneficios.
Por un lado, la rutina periódica de yoga nos proporciona una gratificación instantánea surgida del hecho de haber ejercitado nuestro cuerpo y haberlo hecho atendiendo en el equilibrio integral entre cuerpo y espíritu. Pero por otro lado el yoga va actuando sobre una transformación duradera y profunda de nuestro cuerpo y de nuestro ser.
Si pensamos exclusivamente en el mundo del fitness, ambos son extremadamente importantes. Demasiado tiempo con muy pocos resultados puede ser muy desalentador, y rutinas monótonas semana tras semana puede conducir al estancamiento.
El yoga puede cambiar nuestra capacidad física y mental de forma rápida, mientras se prepara la mente y el cuerpo para la salud a largo plazo.
El yoga es para todo el mundo
La mayoría de los estudios de yoga y gimnasios locales ofrecen clases de yoga que están abiertos a todas las generaciones y niveles de condición física. Es emocionante entrar en una habitación llena de jóvenes adolescentes, deportistas, madres de mediana edad, señores mayores e incluso aficionados al modelaje del cuerpo. Todo el mundo puede sentirse aceptado e incluido y, a diferencia de otros deportes o clases que se centran en los clientes de nicho, el yoga tiende a tener los brazos abiertos. Si te gusta decir “Om” o no podés soportar la palabra “yogui”, si tenés 92, 53, o incluso 12, el yoga te va a yudar.
El Yoga estimula la salud y el bienestar general
El yoga no se trata sólo de hacer ejercicio, se trata de un estilo de vida saludable. La práctica del yoga por ejemplo puede permitir a los estudiantes enfocarse y concentrarse mejor en sus tareas y estudios en un mundo atrapado en una espiral de caos y confusión.
Las prácticas de respiración y meditación profunda ayudan a aliviar el estrés y el desorden de la mente, y te ayuda a estar centrado.
El yoga tiene muchas caras
Una de las particularidades del yoga es que se puede elegir un estilo de práctica que se adapte a su estilo de vida, tales como el Bikram Yoga, anusara yoga, kundalini yoga, yoga prenatal, etc.
Una vez alcanzados ciertos conocimientos uno puede practicarlo en soledad o en una sesión privada , seguir las insgtrucciones de un DVD o en un estudio o gimnasio.
Hay una enorme variedad de opciones disponibles para satisfacer las necesidades y objetivos de cada uno.
El hatha yoga, por ejemplo, se centra en las posturas básicas a un ritmo cómodo, ideal para principiantes. Si lo que se desea en cambio es aumentar la fuerza mediante el uso de la resistencia de su propio cuerpo, un tipo de yoga energético puede ser más adecuado.
Si ya estás listo para una práctica más profunda, el Bikram, también llamado “yoga caliente”, puede ser justo lo que busca. En el Bikram Yoga, la temperatura ambiente se establece en alrededor de 37 grados centigrados, lo que resulta en una mayor eliminación de toxinas del cuerpo a través del aumento de la producción de sudor.
Es decir, no importa la condición física, el porcentaje de grasa de u cuerpo, o el historial médico, el yoga tiene un lugar para todos.
Via buenavibra.es
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