Yoga prenatal, ¿por qué practicarlo?

Su objetivo es preparar al cuerpo para el embarazo y el parto, mantener el cuerpo ágil y flexible, y aliviar los síntomas durante esas 40 semanas.

Hablar de yoga nos hace pensar en meditación, calma y sosiego, pero esta práctica milenaria va mucho más allá… Esta disciplina se puso de moda hace unos años, sin embargo, lejos de pasar al olvido, cada vez ha ido cogiendo más fuerza, tanto es así, que no han parado de salir nuevas metodologías, o variantes, como el bikram yoga del que ya os hemos hablado en Estetic.es.

Una de estas nuevas apuestas, es el yoga prenatal o para embarazas. ¿Por qué muchos especialistas lo recomiendan durante los meses de embarazo? ¿Qué beneficios le aporta a la futura mamá?

En Estetic.es hablado con Rocío Anglada, profesora de yoga, quien antes de empezar nos ha insistido que se trata de un momento en el que la mujer debe estar saludable, no de ponerse en forma.

A partir de ahí, descubrimos por qué “lo ideal”, según la experta, sería empezar a practicar yoga antes del embarazo, y es que, está demostrado que esta práctica ayuda a la fertilidad; o por qué se puede realizar yoga prenatal desde el primer día.

Pese a que en ocasiones se recomienda que no se practique yoga durante el primer trimestre del embarazo, Rocío nos explica que si el profesor es conocedor de la situación de la mujer, no hay ningún problema, ya que no se practicarán posturas que puedan afectar al desarrollo del bebé o incomodar a la madre.

En este sentido, resalta que la clave está en escuchar al cuerpo de la mujer, ir practicando posturas en las que se encuentre cómoda y eliminar aquellas en las que tenga malestar o no sea capaz de desarrollar, “¡será por posturas!” destaca.

No obstante, cada embarazo es distinto, incluso en una misma mujer, por lo que las molestias pueden aparecer antes o después; no obstante, a partir del cuarto o quinto mes se eliminan posturas como las torsiones o flexiones en las que se contraiga el abdomen, ya que si bien, no son contraproducentes, no hay necesidad de realizarlas.

Es un periodo de la mujer en el que el objetivo es estar saludable, y ese es el objetivo del yoga prenatal, preparar al cuerpo para el embarazo y el parto, no estar en forma.

Por ello, a lo largo de los meses, se va reduciendo el esfuerzo progresivamente, especialmente con las posturas que son más exigentes o en las que se carga el peso del cuerpo en las manos; aunque la mujer se vea capaz de hacerlas, éstas se cambian por otras posturas en las que se trabaje más el útero, la respiración, estar en calma o la flexibilidad general del cuerpo.

La postura reina en el yoga prenatal, según la profesora, es la mariposa sentada o la mariposa tumbada, aunque también se trabaja el upavishtha o la postura del gato-vaca, todas ellas para relajar el abdomen, el útero y trabajar la apertura pélvica.

La prioridad en el yoga prenatal es que la mujer trabaje la cadera, la flexibilidad de la musculatura de las piernas y la movilidad pélvica, aunque también es importante dar movilidad a la columna, para evitar dolores de espalda en el embarazo.

En general, el motivo por el que se realizan tantas posturas en el yoga es para flexibilizar el cuerpo, pero también para aprender a respirar con todas las partes del mismo. “Hay muchas mujeres que en el quinto mes ya no pueden casi respirar, por lo que el yoga les enseña a cambiar sus hábitos de respiración”, nos explica Rocío Anglada.

En definitiva, el yoga prenatal ayuda a mantener el cuerpo en equilibrio (cuerpo, mente y respiración); encontrarse mejor en el embarazo, ya que alivia las molestias pelvianas o los calambres de la vagina; reducir los síntomas propios de este periodo; y sobre todo, preparar el cuerpo y mantenerlo ágil y flexible de cara al parto

Via consalud.es

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