El yoga: más allá de la meditación

Gracias a su facilidad de mutación, esta práctica Oriental se ha adaptado a las necesidades físicas de la sociedad actual. Conozca algunas de las ramas más famosas de esta disciplina que lo llevará a desafiar sus propios límites

Su historia se remonta a más de 5.000 años. El equilibrio entre la mente y el cuerpo ha sido su premisa desde el principio. El yoga, definitivamente, trascendió el tiempo y en la actualidad se adecúa a las necesidades de un mundo lleno de tempestades, estrés, mala alimentación, intranquilidad y un sinfín de etcéteras que afectan la salud y la paz interior.

Lo que comenzó como una práctica de meditación, se transformó, poco a poco, en una manera de conocerse a sí mismo. Hoy también es una forma efectiva para mantener nuestra salud y bienestar en medio del ruido y el corre corre al que estamos inmersos en esta sociedad.

Es apto para que lo practique cualquier persona: no hay límite de edad o género, ya que la capacidad de mutación y de adaptación que tiene esta milenaria disciplina permite que hasta el menos flexible aprenda a conocer su espacio y desafíe sus posibilidades.

De acuerdo con un estudio que realizó la BBC , el abanico de posibilidades para hacer yoga es tan amplio que sería imposible realizar una lista de todas sus aristas; así que el medio hizo un resumen de los seis tipos básicos de los cuales se derivan las demás expresiones del yoga.

El estudio menciona como base los siguientes tipos: Hatha, Iyengar, Vinyasa, Ashtanga, Ashtanga Vinyasa y Bikram. Cada una tiene un enfoque diferente, pero en esencia coinciden en el equilibrio (mente y cuerpo, músculos y esqueleto, respiración y acción, entre otros).

En la actualidad, el yoga ya no se usa solo para meditar –un mito que se ha desechado–, sino que es una efectiva herramienta para tener una mejor salud. En el país su práctica se ha vuelto muy popular: existen academias y profesores de yoga que buscan aumentar la resistencia, la flexibilidad y la fortaleza de sus alumnos. Una vez que lo logran, es indescriptible el bienestar que dicen sentir.

Si es primerizo o siente curiosidad por practicarlo, los expertos le recomiendan el yoga básico. Las posiciones y los ejercicios de respiración son fáciles de realizar. Una vez que adquiere ese conocimiento, el practicante se aventura a nuevas propuestas.

Para deportistas. La combinación del yoga con otros deportes resulta positiva para su ejecución. Así lo confirma David Murillo Sibaja, yogui (practicante de yoga) desde hace seis meses, quien buscó esta disciplina para complementar la natación.

“La respuesta física después de hacer yoga es realmente relajante. Ayuda mucho para la flexibilidad de los músculos y las articulaciones que tal vez en la natación no se trabajan de forma directa”, comentó Murillo.

El yoga atlético busca la armonía y prepara al deportista para que no esté nervioso previo a una competencia. Relaja los músculos y dispone la mente para que sea consciente de sus cualidades físicas.

“Comencé a hacer yoga porque no hacía ningún tipo de actividad física, pero luego lo fui complementando con las pesas y descubrí que ayuda a contrarrestar de alguna forma la resistencia que tienen los músculos al alzar el peso”, comentó Jennifer Murillo, yogui desde hace tres años.

Una de las más reconocidas variedades del yoga es la que combina movimientos acrobáticos. Aunque esta opción es para más avanzados, también ha ganado muchos adeptos con el paso del tiempo.

De acuerdo con la Organización Internacional de Acroyoga , esta variación se compone de tres aspectos fundamentales: la sabiduría del yoga, la fuerza dinámica de la acrobacia y la bondad de las artes curativas que en conjunto funcionan para cultivar la confianza y la alegría.

“Sirve para entretenerse y de paso es terapéutico”, comentó Gerónimo Sancho, instructor de yoga y masaje tailandés.

Según el experto, la persona que es la base (en el piso) debe estar en completo alineamiento con el suelo para que quien esté arriba busque el equilibrio de su cuerpo por medio de las posturas. “Esta reacción provoca que al buscar el equilibrio físico también se encuentre el equilibrio mental en el camino”, añadió Sancho.

También es un ejercicio de bajo impacto muy efectivo. “Por medio de la respiración se activan diferentes espacios internos del cuerpo de los cuales no siempre estamos conscientes de ellos. Al no exigir un esfuerzo cardiovascular extremo, se puede realizar en cualquier momento y en cualquier lugar”, explicó Stacy Auch, de Downtown Yoga.

Otra de las ramas importantes para los deportistas es el Yoga Fitness, que básicamente es la sincronización de los movimientos con la respiración: al inhalar se hace una posición y al exhalar se pasa a otra. Esta reacción provoca una mejor circulación de la sangre y busca la tonificación de los músculos.

La música también puede formar parte de esta disciplina. En Yoga Dance se utiliza la música como inspiración para que un movimiento de baile termine en una asana (posición) estática. La libertad creativa y el entretenimiento son sus pilares fundamentales.

Diferentes. El Hot Yoga se realiza en una sala con temperaturas manipuladas: espacios que tienen entre los 28 y 34 grados centígrados para facilitar el calentamiento, limpiar el cuerpo de toxinas y perder peso.

“El cuerpo se abre de forma más profunda y de esta manera no se realiza una exigencia física mayor; el calor ayuda a que el cuerpo se prepare. A la gente le puede dar un poco de miedo cuando escucha sobre esta variación, pero no es nada diferente al yoga normal”, aseguró Esteban Salazar, director general de Krama Yoga .

En este caso se recomienda llegar bien hidratado a las clases e informar de algún padecimiento al instructor.

Para el Hot Yoga se necesita de un espacio bien acondicionado para su práctica. “Nosotros mantenemos constante vigilancia en la sala para evitar que se sobrecaliente; además, debe tener bastante oxigenación y techos altos para evitar el sentimiento de claustrofobia”, agregó Esteban.

A los más atrevidos y experimentados les encantará el Antigravity Yoga , modalidad que utilizan hamacas de tela que cuelgan del techo.

El Antigravity le permite liberar estrés una vez que se logran dominar todas sus posiciones. “Es rico y provechoso para el cuerpo. La diferencia es que los músculos se estiran con mucha más facilidad, se trabaja el centro del cuerpo por el esfuerzo en el aire”, dijo Bryan Vargas, practicante de esta disciplina desde hace tres meses.

“Es muy seguro, no hay que preocuparse por tener un accidente. Esta hamaca nos sirve como un trapecio y funciona como un soporte para el cuerpo, así que se realizan posiciones que en el piso no se podrían lograr. Se generan descompresiones de la columna vertebral, algo que es muy terapéutico y alivia dolores de espalda”, aseveró Melania Fernández, instructora de Andamio Escuela de Movimiento , donde dan este tipo de clases.

Fernández agregó que esta rama del yoga también se efectúa con ejercicios cardiovasculares, quema calorías, fortalece los brazos, los glúteos y las piernas; además de que ayuda a la flexibilidad del torso.

Via nacion.com

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