No importa si nunca has ejercitado con esta disciplina, el empezar con ella hará que combatas la hipertensión.
El Yoga es una excelente opción para canalizar el estrés, sobre todo en el ambiente laboral, aunado a que tener una mala postura, con el pasar del tiempo causa mucho dolor en la espalda, cuello y hombros.
Aunque una columna vertebral saludable debe tener curva, una forma de 'S', la mayoría de las personas la tienen en forma de C, y ésto sucede al permanecer mucho tiempo sentados en los puestos de trabajo.
El Yoga, según una investigación de la Universidad de Pensilvania en EU, demostró que combate la hipertensión, lo que a la larga disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Asimismo, adoptar las posturas de yoga, también conocidas como asanas, con cierta frecuencia reduce en un 23 por ciento los niveles de colesterol en sangre.
Con estos ejercicios también descienden la acumulación de grasa en las arterias y los niveles de fibrinógeno en sangre, que es una proteína que participa en la formación de coágulos.
Sin olvidar que las estadísticas muestran que quienes practican esta disciplina visitan menos veces un hospital a lo largo de su vida, que aquellos que no lo hacen.
Posturas que puedes realizar sin dejar tu lugar
1. Gira la columna. Planta tus pies en el piso y alarga la columna, mantén tu cabeza alineada con tu coxis. Cruza tu pierna derecha sobre la izquierda y, cuando exhales, gira desde tu estómago hasta la parte superior de tu pierna, permitiendo que tu tronco y cabeza le sigan hacia el mismo lado izquierdo. Mantén esta pose por unos 30 segundos y después hazlo con la otra pierna.
2. Inclínate sentado. Para hacerlo siéntate en el borde de tu silla, planta los pies un poco más abiertos que tus caderas, de tal forma que tus hombros puedan caber entre tus rodillas.
Si puedes llegar más lejos, deja caer tus hombros entre tus rodillas para que tu cabeza cuelgue hacia el peso.
3. Junta las manos. Esta postura es una variación de Urdha Hastasana o saludo. Comienza estirando los hombros y las axilas, ésto ayuda a aliviar la ansiedad y mejorar la circulación en la espalda y los brazos.
Siéntate derecho y pega tus huesos a la silla. Imagínate que tienes un hilo atado desde lo alto de tu cabeza que lentamente sube el cráneo, y permite que haya espacio entre tus vértebras.
Luego inhala y levanta los brazos hacia el cielo con las palmas pegándose, asegúrate que relajas tus hombros lejos de tus orejas. Abre los dedos y ciérralos como puños seis veces. Exhala y baja las manos.
¿CÓMO?
Quienes practican el yoga visitan menos veces un hospital a lo largo de su vida que aquellos que no lo hacen.
Via tabascohoy.com
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