En momentos en que la vida corre a velocidad vertiginosa y donde los problemas están a la orden del día cada vez es más necesario hacer un parate, mirar para dentro, bajar revoluciones y tomar conciencia plena de lo que sucede alrededor de nosotros.
Ahí es donde aparece el mindfulness, que puede entenderse como atención y conciencia plena, como presencia atenta y reflexiva a lo que sucede en el momento actual. Pretende que la persona se centre en el momento presente de un modo activo, procurando no interferir ni valorar lo que se siente o se percibe en cada momento. Como procedimiento terapéutico busca, ante todo, que los aspectos emocionales sean aceptados y vividos en su propia condición, sin ser evitados o intentar controlarlos. El control sobre sucesos incontrolables, sujetos a procesamiento automático, requiere de la mera experimentación y exposición natural con la menor interferencia posible. Aunque el mindfulness ha adquirido una cierta notoriedad, sobre todo en USA, de mano de los valores orientales, refiere a algunos aspectos ya conocidos en psicología: la exposición y la autorregulación basadas en las técnicas de biofeedback o en el uso de la hipnosis, donde hay que dejar que los fenómenos perceptivos y sensoriales se muestren como ellos son.
Las razones para meditar y practicar el mindfulness son muchas, por ejemplo disminuir el estrés y la ansiedad o aumentar el enfoque y la productividad.
A la hora de explicar el por qué del mindfulness y la práctica de la meditación es clave enfocarse en el principal objetivo, y es que los seres humanos se vuelvan más íntimos con sus experiencias de vida, tanto buenas como malas, positivas o negativas.
Para los niños
Hoy en día enseñarle a los niños a concentrarse en la respiración y en el momento presente puede tener un valor mucho más beneficioso a largo plazo. Un estudio publicado en upworthy.com afirma cuales son las ventajas de este método ancestral en los infantes con el ejemplo de un colegio de Baltimore, EE.UU., en el que ya se practica. Aunque los estudios no estén tan avanzados como en el caso de los adultos, estos son los beneficios que se pueden obtener. Entre otras cosas aumenta la autocompasión. Cuando te enfrentas a una circunstancia difícil, es fácil volverse hacia adentro y culparse a uno mismo. A menudo se dice que la atención tiene dos alas: la conciencia, o la capacidad de ver las cosas con claridad, y la compasión. Esta práctica de tomar conciencia de la constante negativa charla interior y tratarse a uno mismo con amabilidad ha sido increíblemente útil para ayudar a través de muchos desafíos de la vida.
También ayuda a ser capaz de reconocer los pensamientos habituales y permitirles, simplemente pasar, lo cual tiene un efecto liberador. La capacidad para hacer frente a los cambios y desafíos es otra de las ventajas de esta práctica. Al permitirte reconocer que las cosas no salen como se han planeado, o que son difíciles o dolorosas, estarás más capacitado para encontrar soluciones donde sea posible, pero también, quizás lo más importante, es aceptar las cosas tal y como son.
El Mindfulness también nos ayuda a ser conscientes de que la vida está en un cambio constante y que las cosas cambian todo el tiempo.
Via lr21.com.uy
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