La meditación, el camino para alcanzar la felicidad

La meditación es una práctica que nos ayuda a mejorar nuestra relación con nosotros mismos y con los demás.

Y para los escépticos, los efectos de la meditación están comprobados científicamente por los siguientes estudios: La Universidad de Yale concluyó que las personas que meditan tienen mayor conciencia de sí mismos, la Universidad de Wisconsin comprobó que esta práctica agranda las áreas del cerebro reservadas a la felicidad y la Universidad de Harvard determinó que la meditación reduce la hipertensión arterial y estimula el sistema inmunológico.

La meditación es un concepto muy abstracto que cada persona vive de una manera diferente. Algunas personas la practican para estar en contacto con su lado religioso o espiritual, mientras que otras lo utilizan como un método intelectual para conseguir estados más creativos y emocionalmente positivos.

La práctica de la meditación tiene efectos fisiológicos muy concretos en el organismo, tales como:

-       Potencia la salud mental y física
-       Aumenta el coeficiente intelectual
-       Desarrolla la inteligencia emocional y la empatía
-       Mejora la memoria
-       Reduce el estrés, la ansiedad y la depresión
-       Reduce la presión sanguínea
-       Aumenta la felicidad

Al meditar logramos alcanzar un estado mental y físico de serenidad, paz interior, concentración y creatividad. Si deseas meditar en casa, aquí te comparto algunos consejos:

    Encuentra un lugar tranquilo. Puedes poner una luz tenue y música suave para ayudar a relajarte.
    Siéntate en el suelo en la posición de loto, con la espalda recta y los brazos y hombros relajados.

    Puedes tener los ojos abiertos y concéntrate en un objeto que tengas enfrente o simplemente cerrar los ojos y poner toda tu atención en tu respiración.

    Muchos pensamientos pasarán por tu mente, pero debes dejarlos pasar, sin retenerlos. Es como si vieras una televisión en tu cabeza, pasan tus pensamientos pero no le prestas verdadera atención a ninguno de ellos.

    Visualiza imágenes positivas de ti mismo(a).

Si te cuesta trabajo concentrarte, puedes recurrir a el sonido, una de las maneras más sencillas de entrar en el estado meditativo. Para ello recita un mantra, puedes comenzar con el famoso “Om”. Es muy sencillo y transporta fácilmente a un estado de concentración.

Al igual que ocurre con el ejercicio físico, no percibirás los resultados de esta práctica de inmediato. De hecho, Miriam Subirana, formadora de meditación, dice que “21 días es lo que tardan en aparecer los primeros síntomas de que algo está cambiando en nuestro interior”

Pero no se trata de un cambio que ocurra de la noche a la mañana, sino de una progresión a nivel emocional que comienza con pequeñas sensaciones hasta llegar a ver grandes cambios en la manera en que nos vemos a nosotros mismos y cómo nos sentimos.

Via telemetro.com

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