Las clases de yoga con cabras tienen lista de espera

Aeroyoga, yin yoga, yoga con hijos, bikram yoga, yoga con tu perro... Cuando creíamos haberlo visto todo sobre esta práctica milenaria llega la moda del yoga con cabras. Estas peculiares clases, que han surgido en una granja de Oregón, en Estados Unidos, se deben a Lainey Morse, impulsora del goat yoga, que las califica de terapia.

El beneficio principal de la práctica de asanas con esta "mascota", reza la web, es interactuar con el animal y acariciarlo para sentirse mejor, reducir la soledad, liberar serotonina y tener una distracción que genera felicidad. A ello hay que sumar los beneficios de la disciplina, de sobra conocidos: concentrarse en la respiración para acabar con la ansiedad y el ritmo frenético, liberar el estrés, mejorar la salud cardiovascular y realizar actividad física para mantenerse activo.

La granjera y yogui comenzó a impartir estas clases a raíz de una grave crisis personal. Coincidió en el tiempo el diagnóstico de una enfermedad, un trastorno autoinmune, y un proceso de divorcio que le hizo refugiarse en sus cabras. "Siempre me hacen sonreír, y lo mismo pasa con todos los que visitan mi granja. A veces la vida puede ser estresante y sólo había una cosa que me hacía sentir mejor, mis cabras".

Todo surgió por una primera clase de una invitada que vio su granja como el escenario ideal para una hora de práctica y ella aceptó a cambio de no sacar a sus cabras, imprescindibles en su vida. Animales, naturaleza y yoga armonizan muy bien, cuenta Morse, y por eso empezó a combinar todo en una nueva versión de la disciplina. ¿Su lema? "Una cabra para el alma".

Ella misma reconoce que puede resultar extraño para quienes nunca han tratado a los animales como terapia. "Es diferente de un animal de servicio. Los animales de servicio realizan tareas para personas con discapacidades y tienen el derecho legal de acompañar a sus dueños en casi cualquier área que necesitan ir. Los de terapia están entrenados para proporcionar afecto y consuelo a las personas que lo necesitan. A menudo se utilizan en hospitales, hogares asistidos, hogares de ancianos, escuelas, centros de rehabilitación, hospicios y otras áreas para ayudar a mejorar su bienestar".

No es la primera experiencia de este tipo, por raro que pueda parecer. En Canadá (Ritchmond) ya surgió el yoga con conejos hace un año, alcanzando una gran popularidad. Pero las clases de Morse, según la CNN, tienen un éxito tremendo y acumulan una lista de espera de 1200 personas. La idea ya ha cruzado el charco y se practica hasta en Ámsterdam. De momento no ha llegado a España, pero todo se andará. Namaste o, mejor dicho, beeeeeeeee.

Via .elmundo.es

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