En una sesión de Yoga pasamos por diferentes asanas o posturas con distintos objetivos y beneficios, entre ellas las asanas de inversión o de semi-inversión. Seguramente las habréis visto en diferentes fotos o ilustraciones: las asanas de inversión son aquellas en las que los pies quedan por encima de la cabeza (como por ejemplo la asana de la vela) mientras que las de semi-inversión son aquellas en las que el corazón queda por encima de la cabeza (como en el caso del perro boca abajo).
Estas asanas, aunque de difícil ejecución (especialmente las de inversión) tienen muchos beneficios para nuestros organismo si las realizamos de forma correcta. Estos son algunos de los beneficios que podemos obtener a través de las asanas de inversión.
Favorecen el retorno venoso y mejoran la circulación sanguínea: esto es algo muy útil a la hora de descongestionar las venas de los miembros inferiores y de mejorar el estado de las varices. Al encontrarnos cabeza abajo, el retorno venoso hacia (la tasa de flujo sanguíneo de vuleta al corazón) es más sencillo, ya que la gravedad lo favorece.
Trabajan los músculos de la espalda y de la zona abdominal: estas posturas nos ayudan a trabajar tanto la musculatura de la espalda como la de la zona central de nuestro cuerpo, encargada de estabilizarnos en una posición segura. Es importante que respetemos el principio de progresión hasta lograr realizarlas para evitar posibles lesiones.
Consiguen una menor carga en la zona lumbar: estas posturas, al llevar los pies por encima de la cabeza, liberan la carga de las vértebras lumbares, trasladándola hacia otras partes del cuerpo.
Regulan el sistema hormonal: como nos decía anteriormente la profesora de Yoga Susana Pascual, la mejor irrigación sanguínea consigue un mejor funcionamiento de la glándula tiroides, permitiendo una descarga más equilibrada de las hormonas.
Mejoran la concentración y reducen el estrés: la mejora de la circulación sanguínea gracias a las posturas de inversión también significa una mejor irrigación del cerebro.
Las asanas de inversión y de semi-inversión son posturas muy vigorizantes que podemos incluir en nuestra práctica de Yoga. Es importante que, siempre que sea posible, las llevemos a cabo de la mano de un profesional que nos pueda ir guiando en las distintas progresiones para realizarlas de una forma segura.
Via vitonica.com
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario