Se sabe que los aromas y las esencias son, además de fragantes y refrescantes, de gran utilidad sea para equilibrar, energizar o relajar, tanto a uno mismo como para tornar más armonizados los ambientes. La lavanda es una de ellas: cuya esencia es increíblemente agradable y relajante.
Bien, hay estudios que lo avalan: cierta evidencia sugiere que esta esencia es muy eficaz para disminuir o equilibrar la actividad del sistema nervioso y, por ende, promueve la relajación.
Una manera de beneficiarse con sus propiedades tranquilizantes es a través de unos masajes con aceite esencial de lavanda. Otra opción es –si no se tiene el tiempo o la posibilidad de realizarse masajes- darse un baño de inmersión con sales de lavanda: así estarás relajando tus músculos a la vez que calmando los nervios y aliviando la tensión.
Otro consejo: también puedes probar con preparar un té de lavanda, utilizando flores secas de esta planta sumergidas en dos tazas de agua caliente. Luego, tras 20 minutos de asiento, vuelca esta infusión en tu tina de baño llena de agua y sumérgete en ella por todo el tiempo que gustes.
Fuente: vitadelia.com
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