Reiki es un método japonés de sanación natural basado en la imposición de manos, redescubierto por sensei Mikao Usui a principios de siglo XX, que en la actualidad forma parte de los tratamientos complementarios para la salud más difundidos a nivel mundial, caracterizándose por la canalización de la energía, a través de las manos de un reikista o persona sintonizada por un maestro, con la finalidad de armonizar los niveles energéticos de una persona desarmonizada o enferma según el concepto occidental.
Por lo tanto Reiki trabaja en la restauración de la armonía en los distintos planos del ser, incrementando la energía de la persona que lo recibe y con ello eliminando los bloqueos energéticos que ésta presente, logrando así su restablecimiento a nivel energético, que posteriormente se manifestará en el plano físico, atenuando o haciendo desaparecer los síntomas de la enfermedad.
Este sistema de sanación natural es capaz de lograr una relajación profunda, que puede llevar al receptor a un sueño reparador, para que después de una sesión cambie su estado de animo por reequilibrio de la energía vital, siendo muy recomendado puntualmente para los casos de estrés, el flagelo de la vida moderna y origen de un gran numero de padecimientos.
Un tratamiento Reiki puede tener un efecto muy contundente en determinadas personas, las cuales pueden manifestar un incremento de la sintomatología y por lo tanto piensan que empeoró su condición, sin embargo todo tratamiento natural puede presentar este tipo de reacción, la cual no es negativa sino por el contrario demuestra que el tratamiento logro la movilización de los bloqueos, induciendo paulatinamente a la restauración del equilibrio a medida que pasan las horas después de la sesión, por lo cual el terapeuta debe anticipar esta posible reacción natural, para que no sea tomada como contraproducente.
Fuente: nutridieta.com
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