Lo que comes puede darte más tranquilidad de lo que piensas
Lo que comemos y bebemos es muy importante para conseguir un buen equilibrio mental y físico. Aunque nunca hayas pensado en ello, relajarte pasa por la cocina. Es imposible sentirse bien si no seguimos una buena alimentación. Acuérdate de la sensación tan desagradable que te invade cuando sientes hambre; no es sólo física, también experimentas ansiedad, depresión y nerviosismo. Lo mismo ocurre cuando ganamos peso, los kilos nos provocan inseguridad y pérdida de confianza y nos sentimos culpables después de comer.
La relajación no es sólo cuestión de yoga y respiración, también pasa por la cocina.
Somos lo que comemos, y ésto no sólo se nota en la báscula, lo que comemos cada día puede ser la fuente de nuestro nerviosismo, insomnio y mal humor.
Cambia tu dieta y consigue una alimentación equilibrada y sana. para llegar al equilibrio mental y físico. Seguro que has visto como el trabajo, la familia, los viajes, los problemas en general, van reduciendo el tiempo para comer y lo que es más importante para comprar los alimentos más adecuados para poder hacer comidas en casa. Al final nos rendimos al cansancio y terminamos comiendo cualquier opción rápida, como comidas preparadas, bocadillos, bollos, patatas fritas que perjudican a nuestra salud. Es importante relajarse a la hora de comer y evitar alimentos insanos para la salud.
Puede que seas de las personas que piensan que el verano no es para cocinar y en vacaciones te dedicas al ?tapeo? de bar en bar. No vamos a negar que una ración de gambas en una terraza, sintiendo la brisa fresca del mar, tiene un maravilloso efecto relajante, pero? no hace falta abusar y hacer de un capricho una costumbre. Cocinar también tiene un efecto tranquilizador, la cocina es una fuente de energía donde podemos desarrollar nuestra imaginación y reavivar los sentidos. Los olores, sabores, texturas y colores de los alimentos despejan nuestra mente de los problemas y nos hacen sentirnos llenos de vida. Además, si puedes disfrutar de una buena compañía mientras ?cacharreas?, preparar la comida se convierte en una de las actividades más relajantes para muchas personas.
Empieza el día con un buen desayuno
Por la mañana nunca tenemos tiempo para hacer un buen desayuno y tendemos a salir corriendo o comer cualquier cosa a la carrera. Aprovecha estos días de vacaciones para empezar a desayunar y adquirir un buen hábito. El desayuno es clave para convertirte en una persona relajada.
Las personas que desayunan adecuadamente se encuentran mejor a lo largo del día y porque mantienen los niveles de azúcar en sangre y no experimentan altibajos a lo largo del día. Además, son menos propensas a los cambios de humor y mantienen mejor el peso correcto, porque suelen comer más equilibradamente durante la jornada. Si además realizas ejercicio físico, la primera comida del día es tan importante como tu plan de entrenamiento físico, marca la diferencia entre tener energía duradera o sentir fatiga, motivos más que suficientes para reservar cinco minutos de tu mañana para comer algo sabroso y vital. Lo mejor es realizar un desayuno y comida completos y hacer una cena ligera, intercalando un par de tentempiés a lo largo del día.
El mejor desayuno es algo muy personal, las reglas básicas son que incluya frutas, cereales integrales, yogures o quesos frescos y frutos secos, y para beber agua, zumos e infusiones con miel. Si tienes muy poco tiempo, la batidora es tu amiga, mezcla varios ingredientes y bate, podrás beber una consistente papilla energética, a pequeños tragos, mientras te vas arreglando para salir.
Debes evitar tomar carnes grasas, fritos, alimentos salados, café y azúcar o alimentos azucarados.
Aquí puedes ver varios desayunos para deportistas que hemos preparado en Sport Life, con recetas, valores nutricionales y vídeos.
La dieta para la relajación
Las mejores dietas para la relajación son la mediterránea y asiática. Están basadas en carbohidratos tipo cereales integrales (trigo y arroz, respectivamente) y alimentos vegetales típicos de la zona como hortalizas, legumbres y frutas de la región mediterránea. O en el caso de la dieta asiática, legumbres como la soja, algas y setas. Los carbohidratos complejos liberan la glucosa que contienen de forma prolongada, lo que quiere decir que no provocan altibajos en los niveles de azúcares en sangre. Además, tienen un efecto tranquilizante, porque liberan neurotransmisores en el cerebro como la serotonina, que provocan un efecto relajante y la sensación de bienestar. En cuanto a los alimentos animales, estas dos dietas son pobres en carnes y obtienen las proteínas de los pescados y legumbres. La dieta mediterránea además, añade aceite de oliva, una grasa vegetal muy sana para el corazón y el vino, que tomado con moderación también tiene efectos protectores cardiovasculares y relajantes, al ser un buen vasodilatador.
Fuente: sportlife.es
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