En los tiempos que corren, muchas veces nos encontramos demasiado inmersos en nuestra rutina diaria. El estrés de las situaciones de trabajo, la vida en la urbe, las presiones que sufrimos diariamente... Todos estos factores y muchos otros más nos pueden generar problemas al punto de, por ejemplo, perder el apetito, no poder conciliar el sueño y muchos otros trastornos más.
Aquí en vamos a hablar sobre los beneficios de la relajación, para aquellos que se ven sobrepasados por las complicaciones de sus actividades diarias y también para los que no, pero les cuesta encontrar un lugar y un momento para sí mismos.
Relajación y consciencia
Para empezar, tenemos que darnos cuenta que la manera en que nos afecta la vida diaria está dentro de nosotros y, como tal, dentro de nosotros está la solución para que nos deje de afectar. El primer paso es asumir la responsabilidad que tenemos sobre nosotros mismos y nuestros pensamientos.
Es importante tomar consciencia de esto porque la realidad es que todas esas presiones no se van a terminar y la problemática de la vida diaria va a continuar, donde sea que estemos. La diferencia está en nosotros y en cómo nos tomamos esas situaciones. Sólo asumiendo esto vamos a ser capaces de enfrentar el cambio que necesitamos.
Cómo nos ayuda la relajación
La práctica diaria de la relajación contribuye a mejorar significativamente muchos aspectos de nuestro organismo y, consecuentemente, aumenta nuestra calidad de vida. Algunos de los beneficios de la relajación son:
Descanso más profundo y disminución del agotamiento.
Disminuye la frecuencia cardíaca
Reduce el riesgo de problemas cardiovasculares
Mayor resistencia a enfermedades y dolencias
Aumento del nivel de energía
Optimismo
Estabilidad emocional
Disminución del estrés
Aumento de la eficiencia en la vida cotidiana
Mayor capacidad de concentración y memoria
Consejos para relajación
Si te decidiste por comenzar a practicar la relajación, ¡enhorabuena! Es el primer paso a una mejora en tu vida. Para empezar, lo más importante es que puedas encontrar un momento que sea tuyo y nada más. Que no tengas que hacer absolutamente nada. Que puedas estar solo o sola y sin compañía alguna. Y, fundamentalmente, que te olvides de absolutamente todos tus problemas.
Es importante también que relajes los músculos de tu cuerpo, que estén sueltos y distendidos. Las contracciones musculares pueden ser muy perjudiciales, causar dolores, dificultad de movimiento, mayor cansancio, etc. La idea es poder relajar tanto la mente como el cuerpo. De hecho, con el tiempo y la práctica nos daremos cuenta que es imposible la relajación mental sin la relajación corporal y viceversa. Porque, en el fondo, no hay distinción.
Hay mucha información y muchas técnicas orientadas hacia resultados específicos, como por ejemplo aumentar la capacidad de concentración, mejorar el descanso nocturno, liberarse de tensiones musculares, etc. Pero aunque no sientas un problema concreto o que no te deja estar del todo bien, practicar la relajación siempre será bueno, porque además ayudará a prevenir estos problemas. La relajación del cuerpo es saludable, necesaria, accesible para todos y siempre nos conducirá a una mejora en nuestras vidas. Vale la pena intentar.
Via vivirsalud.com
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