Los mejores trucos para un baño relajante
Cuando se llega a casa tras la dura jornada laboral, no hay nada como un buen baño relajante preparado con todos los detalles: velas, esencias y música relajante para olvidar las tensiones del día.
En medio de la rutina diaria, un buen baño relajante en casa, es una terapia estupenda para afrontar el día siguiente con la suficiente energía, pero para ello tendremos que cuidar ciertos detalles importantes, ya que de ellos depende el sacar el máximo partido al momento del baño.
Elegir el momento
A la hora del baño, debemos tener en cuenta, en primer lugar, la elección del momento adecuado. Es conveniente que en dicho momento ya no haya cosas pendientes por hacer, para conseguir desconectar y sacarle el máximo partido. Por ello, un buen momento es justo antes de irse a dormir. De esa manera, el baño relajante proporcionará un buen descanso durante la noche.
Preparación de la atmósfera
Para preparar un ambiente adecuado, es importante la selección de una buena música, bien sea clásica o ambiente, que ayude a relajar los sentidos. Debemos dejar la mente en blanco, aparcar los problemas fuera de la bañera, y dedicar una media hora únicamente a uno mismo.
En cuanto a la luz, es conveniente cuidar que no sea demasiado intensa. Es interesante colocar unas cuantas velas, que le dan al cuarto de baño, una luz cálida y de baja intensidad.
Complementos para el agua
Otra ayuda importante son los complementos que añadamos al agua, como por ejemplo, lavanda o romero, que son especialmente relajantes, o el eucalipto, con efecto reparador de la fatiga mental.
Estas hierbas, resultan muy efectivas en el baño, ya que el vapor y el agua caliente (rondando la temperatura corporal humana, a unos treinta y siete grados) ayudarán a que nuestros poros se abran y asimilen las propiedades terapéuticas de estas plantas.
Un suave masaje con un guante de crin, eliminará las células muertas y preparará la piel para la posterior hidratación con una loción corporal, con lo que se dejará la piel mucho más suave y tersa.
Terminar con una ducha
Una vez pasado el tiempo estimado para el baño relajante, es muy recomendable darse una ducha estimulante de agua fresca, empezando por los pies, y terminando en la cabeza, para seguir activando la circulación, y conseguir que el cuerpo quede totalmente relajado, a punto para un sueño reparador y el comienzo de un nuevo día. No hay nada como un baño relajante antes de irse a dormir, para olvidar las preocupaciones y ver la vida con más tranquilidad.
Via utilidad.com
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