Beneficios de la sauna

El uso que se le da a la sauna ha cambiado mucho en nuestra sociedad, comparándolo con el uso que se le daba cuando fue creada en Finlandia. En aquel país el frío es insorpotable, por lo que decidieron crear un aparato para combatir el frío.

Con el paso del tiempo, la sauna se ha ido convirtiendo en un elemento de relax y se ha apoderado del fenómeno Welness, encaminado al bienestar, a la relajación y a combatir el estrés que vivimos.

Los beneficios de la sauna son muchos. Desde activar la circulación sanguínea, hasta relajar el cuerpo, las saunas tienen un encanto que hace que todos queramos estar en ellas de vez en cuando, para relajarnos, desestresarnos, liberar toxinas, desintoxicar la piel o limpiar las vias respiratorias, ya que la sauna te ayuda a respirar mejor.

Paralelamente, la sauna también te hace sudar, por lo que podemos decir que mejora este aspecto. Una de las cuestiones más importantes está relacionada con el flujo sanguíneo, tal y como veíamos antes; con el calor se activa la sangre.

La sauna también relaja, por lo que el cuerpo se siente descansado y es un buen estimulante para dormir bien, para eliminar tensiones y conseguir un óptimo estado de relajación. La sauna también alivia el dolor, como consecuencia del calor. En este sentido, va muy bien para las articulaciones.

Una vez terminada la sesión (que no debe sobrepasar los 15 minutos), es recomendable tomarse un zumo para hidratar el cuerpo, como respuesta al sudor producido. Además, antes de salir de la sauna es recomendable que dejes los pies colgando del banco para reactivar la circulación sanguínea y para que el cuerpo se adapte a la posición vertical, sobre todo si te has tumbado, en cuyo caso deberás levantarte despacio para evitar marearte.

Via cosasdesalud.es

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