La valeriana, la pasiflora, la tila y la manzanilla son las plantas más conocidas con efectos relajantes, y probablemente las más utilizadas para este fin. Su uso es seguro, pudiendo administrarse algunas de ellas incluso a niños, y su efecto es compatible con la actividad diaria, sin provocar somnolencia o aturdimiento.
Cuando se necesita un efecto más potente, y sin tener que recurrir a los medicamentos, que provocan adicción y efectos secundarios indeseados, se puede recurrir a otras plantas de mayor potencia como calmantes y sedantes.
Algunas plantas con efectos calmantes y sedantes, aunque menos conocidas a nivel popular, son en espino blanco, la avena verde, la melisa, el azahar, el muérdago o el árnica.
La amapola se puede emplear para calmar la inquietud en niños y en las personas mayores, favoreciendo también el sueño cuando se toma antes de ir a dormir.
El hipérico o corazoncillo de San Juan reúne dos propiedades que lo hacen de gran utilidad para tratar trastornos nerviosos: mejora el estado de ánimo, considerándose como un antidepresivo natural, y favorece la calma y la relajación.
Si además de estas ayudas de fitoterápia se busca un momento del día, por corto que sea, para realizar alguna técnica de relajación, el beneficio para el sistema nervioso será evidente.
Via suplments.com
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