Cómo dar un buen masaje relajante en los pies
Generalmente, nos gusta sentirnos consentidos, pues nos gusta la sensación de bienestar y de relajación en nuestro cuerpo. Es en este punto donde hablamos sobre qué podría resultar mejor para nuestras noches que un buen masaje. Seguramente, cuando se habla de masajes, pensamos en los tradicionales masajes en la espalda pero nos olvidamos de una parte muy importante y sensible de nuestro cuerpo: nuestros pies.
¿Por qué pensar en los pies?
Sin duda alguna, los pies son nuestro sostenimiento y funcionan como las “zapatas” de nuestra edificación, pues en ellos recae nuestro peso corporal y son estos los que nos dan estabilidad al ejercer presión al caminar. Además, debemos tener en cuenta que en la mayoría de las profesiones actuales, hay personas que deben estar de pie durante 8 o más horas. Y no sólo esto, claramente en nuestro cotidiano hay jornadas extenuantes en las que debemos caminar o ir de un lugar a otro y al final del día sentimos como si todo el calor y el cansancio de esas horas recayeran en un solo punto: nuestros pies.
¿Qué vamos a hacer?
Hoy te vamos a mostrar cómo dar un masaje en los pies o cómo puedes tú mismo masajear tus pies. El objetivo es que vayas siguiendo las instrucciones, tomes apuntes y cuando sepas lo que tienes que hacer, empieces a hacerlo. Lo ideal es que lo hagas cada día al llegar a casa o antes de dormir. Verás cuán beneficioso y relajante puede ser y asimismo notarás la diferencia al día siguiente, sintiéndote mejor y sin cansancio en los pies.
Veamos las instrucciones…
Paso #1. Lo primero que debes hacer al llegar a casa o antes de irte a dormir es introducir tus pies o los de la persona a quien le darás el masaje en agua tibia y dejarlos reposar durante aproximadamente 10 minutos. El agua tibia es esencial para que los pies se tornen frescos y no sólo para ello, también sirve para estimular los pies de la persona y, además, funciona como un buen calmante.
Paso #2. Al pasar los 10 minutos, debes secarte los pies. Si vas a dar el masaje a otra persona, ésta puede acostarse. Ponle una toalla debajo de los pies e inclina sus pies hacia tu posición. Si el masaje es para ti, debes sentarte en una silla donde te sientas cómodo.
Paso #3. Aplica un poco de aceite o de crema en tus manos, frota bien el producto entre ellas antes de utilizarlo en los pies.
Paso #4. Empieza a masajear uno de los pies. Sé sutil. Empieza acariciando la parte superior del pie. La dirección adecuada será la siguiente: ve desde los dedos hacia el tobillo. Después cambia: baja a acariciar la planta del pie. Tus caricias deben seguir una regla de presión: ve de mayor a menor presión.
Paso #5. Después de haber realizado lo explicado en el paso anterior, lo que tienes que hacer es empezar a hacer movimientos en forma de círculo con la ayuda de los pulgares de tus manos; lo haces en la planta del pie. Vas desde el empeine (parte superior) hacia abajo e, igualmente, regulas la presión de tus movimientos. Lo ideal es que la mayor presión se centre en las zonas más duras, especialmente en el talón.
Paso #6. Ahora, debes sostener el pie con una mano, con la otra debes hacer que el pie gire hacia la izquierda y hacia la derecha y hacerlo repetidas veces en ambos sentidos. Es recomendable realizar el movimiento unas 4 o 5 veces en cada dirección.
Paso #7. En este paso, lo que harás es sujetar el pie con una mano (de nuevo) y amasarlo con la otra mano. Nuevamente, debes fijarte en la presión que aplicas y regularla.
Paso #8. En este punto, empezamos a jugar con la yema de los dedos. Amasa el pie con la yema de tus dedos. Empieza por el dedo gordo de tu pie hasta llegar al meñique. En todos los dedos aplicas esta dirección: empiezas en la raíz de cada dedo y vas aplicando una presión muy leve hasta llegar a la punta del dedo. Es importante que uses tus yemas y que lo hagas suavemente.
Paso #9. Cuando termines de acariciar todos tus dedos, vuelve a masajear un poco la parte superior y la planta del pie.
Paso #10. Cuando finalices el masaje, el último paso es retirar el aceite o la crema que hayas utilizado.
Paso #11. Claramente, ya has dado relajación a un pie; ahora, repite el proceso en el otro.
¿Funcionará?
Si sigues los pasos para realizar un buen masaje, seguramente obtendrás buenos resultados y quedarás muy relajada.
Nota: El éxito del masaje puede depender también de la forma en que regulas la presión que ejerces al hacerlo. ¡Disfrútalo!
Fuente mejorconsalud.com
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