Mitos del yoga
Una rápida mirada a esta práctica milenaria y sus verdades.
Moda, religión, ejercicio, secta, forma de vida; muchos adjetivos pueden acompañar a esta práctica milenaria. Sin embargo, antes de aceptar esta disciplina con los brazos abiertos o volverle la espalda, lo más adecuado es conocer algunas de sus particularidades. Paola Donis de Sánchez, directora del estudio Yoga Center Guatemala, enseña power yoga, y Pilar Fonseca, del Centro Cultural Vrinda Guatemala, se concentra en la enseñanza del yoga inbound, más apegado a la tradición hindú. Ambas exponen sus puntos de vista.
1. Mito: es una secta.
Verdad: el yoga es una disciplina que forma parte de la cultura hindú. Su práctica no implica el culto a alguna deidad en específico, sino el contacto con la divinidad. Yoga significa la unidad de la mente, el cuerpo y el espíritu. El objetivo es practicar un estilo de vida que con el tiempo permite la relajación de la mente, el bienestar físico y espiritual. Si el practicante decide estudiar budismo es un asunto distinto, pero al ser consciente de sí mismo, la persona puede mejorar su fe sin importar cuál sea su creencia. Sin embargo, la escuela tradicional afirma que el yoga sin filosofía es especulación, por lo que es necesario entender sus bases, pues esta disciplina no se reduce a un set de posturas.
2. Mito: es indispensable ser vegetariano.
Verdad: depende de la escuela. La persona puede adherirse a la de tradición, cuyo objetivo es alcanzar la iluminación, que implica una serie de hábitos que se deben adquirir. Ser vegetariano es el resultado del convencimiento de qué es lo mejor para el cuerpo. La otra es la de intuición, que guía sus prácticas con base en la energía positiva o negativa que se presenta para lograr el equilibrio y la felicidad. Lo ideal es tener un balance nutricional y preferir los productos naturales. Además, es buena idea hacerse una desintoxicación dirigida por un especialista.
3. Mito: es la cura a todos los males.
Verdad: el cuerpo es el mapa de la vida, pues es común que los problemas se somaticen y provoquen lesiones o daños. El yoga trabaja la parte emocional, lo que permite eventualmente liberarse de los traumas o problemas, pero nada se logra por arte de magia.
4. Mito: solo es para los jóvenes.
Verdad: la publicidad puede asustar a las personas debido a las posturas difíciles que muestra. Sin embargo, las asanas, luego de mucha práctica, logran el equilibrio fuerza-flexibilidad que permite ir alcanzando las metas. Además, hay varios estilos de yoga que incluyen distintas proporciones de movimientos, respiraciones o repeticiones. Lo mejor es preguntar antes de inscribirse en un programa.
5. Mito: es un ejercicio y está de moda.
Verdad: los orígenes de esta disciplina se remontan al 3000 a. C., pero se sabe que ha evolucionado y existen diferentes escuelas con propósitos distintos como la recuperación de la salud, la espiritualidad, el conocimiento del cuerpo y la energía sexual, el mantenimiento físico y la meditación. Sus variantes buscan abarcar todos los aspectos de la vida, pues es coherente con los valores que enseña. La escuela tradicional considera ocho ramas del yoga que logran un desarrollo integral; además, afirma que siempre debe ir acompañada de una buena alimentación, meditación y respiración.
6. Mito: ayuda en la vida sexual.
Verdad: se ha tergiversado mucho la parte sexual de esta disciplina, en las clases regulares no se trata este tema. Sin embargo, existe un estilo o escuela llamado tantra yoga que busca alcanzar la plenitud física a través del conocimiento del cuerpo, la liberación de puntos energéticos y el desbloqueo emocional.
7. Mito: la meditación es poner la mente en blanco.
Verdad: la meditación es un ejercicio de la mente, al igual que las asanas ejercitan el cuerpo. El objetivo es lograr un estado de conciencia en el presente, vaciarla de ruido y lograr enfocarse en cada actividad que se ejecuta durante el día y ser mejor en cada una de ellas. Al tener conciencia del momento, la persona puede identificar sus emociones. En el yoga inbound se dice que poner la mente en blanco es una tarea imposible. Se trata de elegir los pensamientos más adecuados y permitir que sea el Ser Supremo quien controle las situaciones.
8. Mito: es un ejercicio pasivo.
Verdad: aunque su objetivo sea la unión del cuerpo, el espíritu y la mente, las sesiones de yoga pueden ser muy intensas, según el estilo. El power yoga es un método que se basa en la escuela vinyasa y acondicionado para personas de cultura occidental; no obstante, debe ser practicado en un estudio acondicionado para el caso y dirigido por un instructor calificado, pues no hay secuencias establecidas, sino que se dirige la clase según las necesidades del grupo. La escuela tradicional utiliza posturas para relajación, incluso para antes de dormir.
9. Mito: es solo para personas de la tercera edad.
Verdad: el yoga es para todas las edades; puede adaptarse para niños, jóvenes o ancianos.
10. Mito: no necesita de ejercicio complementario.
Verdad: aunque es una práctica dinámica y trabaja los músculos más difíciles de ejercitar, sí requiere de otras disciplinas que eleven la frecuencia cardiaca como correr, nadar o hacer bicicleta. El yoga inbound recomienda aplicar el autocontrol logrado con el yoga en todos los demás deportes para mejorar su práctica.
Via prensalibre.com
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